El Frente de Todos ha apostado y, al parecer lo ha logrado, a mostrar las posturas más contradictorias del mundo y en especial a aquellas que son las preferidas de la ultraderecha vernácula. Lo de Espert pidiendo balas en medio de una situación difícil, los dejó en la disyuntiva de salir a bancar el “modelo” (que alguien me lo presente si lo conoce) o juntar votos para no volver a ser derrotados el próximo domingo. Por eso sacan a la cancha al Bolsonaro propio, hablamos, obviamente del Ministro de Seguridad Bonaerense, Sergio Berni. En ambiente de Radio 10, en el programa de Jorge Rial, Argenzuela, mandó toda la fruta reaccionaria que había para levantar votos de gente de peor calaña. Era sabido que tarde o temprano iban a llegar a este punto y que ninguno se venga a hacer ahora el sorprendido o sientan pena por los que quedaron electrocutados con las políticas de este gobierno de derecha. Si hubieran tenido vergüenza, decencia o inteligencia, no hubieran decidido ser los lacayos de unos millonarios con ánimos de comprar una imagen póstuma de héroes. Los que se vendieron a servir al Estado, no lo hacen por que sufren Síndrome de Estocolmo, no están contra su voluntad y nunca lo estuvieron. Simplemente, renegaron, entregaron y son inútiles e irrecuperables para ninguna causa. No se puede justificar la violencia institucional y decirse gente defensora de los Derechos Humanos. Lo intentan aún, pero ya no les creé nadie: son quebrados.
El asesinato de un kioskero por parte de un lumpen, impulsó movilizaciones con reclamos en el área de seguridad y otros más extemporáneos y reaccionarios. El Ministro Berni no dudó en reprimir, mostrando algo que todos sabíamos, que para hacer barbaridades a este señor nunca le tiembla el pulso. No tiene ningún problema en hacer lo que sea en materia de violencia institucional.
A continuación podrán acceder a la nota completa hecha por Jorge Rial en la tardecita de ayer:
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