El culebrón demagógico chaqueño suma un nuevo capítulo. Ya la escena se montó esta mañana cuando El Jefe Policial, Fernando Romero les presentó su renuncia al Gobernador Jorge Capitanich. Este tipo de escenificaciones son muy comunes en un lider político que tiene un píloro con una tenacidad poca veces vista. Romero se va a casa con una jubilación alta y Capitanich retrocede sin costos y tratando de ver qué provecho saca a gestazos limpios, el típico artículo de propaganda kirchnerista con el que suplantan la verdad.

Por la tardecita, policías y familiares comenzaron a acercarse a la sede de la Jefatura de Policía en Resistencia. Pocos manifestantes, tan pocos que el mismo Jefe de Policía, Fernando Romero, les hizo llegar este mensaje:  “Señores camaradas, sírvanse cumplir acabadamente con el servicio de prevención en toda la Provincia, aún no ha sido aceptada mi renuncia y debemos proteger la vida, libertad y propiedad de las personas. Sírvanse implementar intensos operativos de prevención.”

Así Capitanich pareciera sacarse de encima este lío. Nadie aún puso el grito en el cielo, nadie de los de abajo y los policías que todo el país vio con qué violencia trataron a la las familias Qom seguirán impunes, la cuarentena sostiene a la gente en sus casas y la mayoría de los procesados saben que cuentan con el apoyo gubernamental para sostener de manera eficiente su impunidad, por eso la protesta fue de poca convocatoria. Todo al ritmo de una Provincia como Chaco que muestra que la traición es la mejor moneda de cambio para la política y el bienestar individual.

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