A un año de la aparición sin vida de Facundo Astudillo Castro
El quince de agosto del pasado 2020, en la zona del canal Cola de Ballena en Villarino Viejo, encontraron un cuerpo esqueletizado. Cristina Castro decía “en mi corazón siento que es mi hijo Facundo” como luego se confirmaría.
En el lugar del hallazgo Cristina había escuchado como al fiscal Ulpiano Martínez lo ponían en comunicación con Sergio Berni quien al día siguiente afirmaba “que por la fisonomía y por la mochila que estaba al lado” suponía podría tratarse del joven desaparecido 109 días antes.
Mientras tanto en canales de televisión el intendente de Villarino Carlos Bevilacqua insistía con la hipótesis que había iniciado en una entrevista con el periodista Germán Sasso el 4 de agosto: “me llama la atención que no se investigue la línea del narcotráfico. No tenía un solo dato para aportar en ese sentido pero lo repetía en cada aparición pública en la que hablaba de Facundo.
Una vez más, un pibe de 22 años con toda la vida por delante se cruzaba con hombres y mujeres con uniforme policial y allí se terminaba todo. Otra vez y con plena vigencia de derechos constitucionales un caso de desaparición forzada finalizaba con un asesinato.
Como en otros casos detrás de los autores materiales del crimen comenzaban a operar las mentiras, el encubrimiento, las pistas falsas y algunos periodistas cloacas siempre bien dispuestos a la manipulación de las informaciones.
“La mentira necesita de muchos cómplices” ha dicho Cristina Castro con su habitual entereza y dignidad. Quienes mataron a Facundo son miserables con armas y uniformes del Estado. Y las responsabilidades hay que buscarlas bien arriba, empezando por Sergio Berni, el hombre que el 12 de agosto del 2020 le decía a la madre de Facundo “su hijo está vivo, lo vamos a encontrar.
Apenas unos días después operaría abiertamente a favor de la trama del encubrimiento en tareas compartidas con el fiscal, la jueza y el poder político de Villarino comenzando por el intendente Bevilacqua. Por su parte el gobernador Kicillof sólo mencionó dos veces en todo este tiempo un caso de desaparición forzada que ocurre en la provincia que gobierna.
MÁS CERCA DE LA VERDAD
Un año después la justicia por Facundo brilla por su ausencia, en cambio el trabajo incansable de Cristina, de los abogados Luciano Peretto y Leandro Aparicio, de los nuevos fiscales y el acompañamiento de la Comisión Provincial por la Memoria y de miles de personas capaces de indignarnos ante tamaña injusticia, ha dado pasos certeros y precisos en el camino de la verdad.
Vale señalar:
El viernes pasado Cristina y los abogados se reunieron con el Procurador General de Justicia para ampliar la denuncia contra el fiscal Ulpiano Martínez ya apartado de la causa por mal desempeño de sus funciones.
Ayer se reunieron con la ministra de Seguridad Sabina Frederic para denunciar el rol encubridor también cumplido por integrantes de la Policía Federal.
La Cámara de Casación debe aún resolver el pedido de recusación de la jueza Marrón realizado por representantes del Ministerio Publico Fiscal a quienes la magistrada les rechaza invariablemente todas las medidas que piden.
Del peritaje de los celulares incautados a los y las policías que estuvieron con Facundo el 30 de abril surge que el agente Mario Sosa tenía entre sus contactos al policía Roberto Berríos,el mismo que hostigaba a Facundo y sus compas del Semillero Cultural con insultos y detenciones transitorias.
Por su parte del peritaje del policía Albero González surge que el periodista Sasso mantuvo contactos con dos de los sospechosos antes y después de haber compartido un asado. También que González habló luego con su colega Sosa y todos quedaron bajo el patrocinio del abogado Sebastián Martínez muy vinculado al Intendente de Villarino Carlos Bevilacqua. También está probado el contacto de González con Federico Montero(ex titular de la Guardia Urbana) a quien Sergio Berni designó como el nexo entre el Ministerio de Seguridad de la Provincia y la Policía regional.
Todas estas actuaciones impulsadas por Cristina Castro y abogados abren camino a la verdad. Ante la contundencia de los hechos solo vemos dos posiciones posibles: la de quienes favorecen la impunidad y las de quienes buscamos justicia plena. Como CTA Bahía Blanca nos ubicamos con toda nuestra fuerza junto a la dignidad de las mujeres de nuestro pueblo, como Cristina, como Nora Cortiñas o Estela Carlotto a quien Facundo admiraba y la de todas y todos quienes nos sentimos más plenos como seres, a quienes tantos atropellos y vulneración de derechos no nos ha hecho perder el sentido de humanidad con todo lo bueno y solidario que ello contiene.
A un año de la aparición del cuerpo de Facundo seguimos reclamando por verdad y justicia y afirmando que el fuera Berni es nuestro reclamo y nuestro grito frente a la indudable responsabilidad estatal en el asesinato.
CTA BAHÍA BLANCA
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