El Gobierno, a través de su agencia de propaganda llamada Telam y sus redes de acólitos venía instalando el tema del toque de queda desde finales de 2020, justo cuando se aprobaba otro feroz paquetazo neoliberal a los jubilados y se reprime en todos lados a quienes intentan ganarse la vida dignamente. Pero no nos crean a nosotros, que desde el inicio de la cuarentena venimos denunciando los abusos de poder, el cyberpatrullaje, la militarización del país, el gatillo facil y la desaparición de personas y la impunidad de la derecha con complejo de culpa que controla el Estado. No nos crean, vean esta nota de la Agencia Télam que damos en llamar un globo de ensayo, una costumbre que tiene su antecedente más cercano en las fojas cero del macrismo. En esa nota, el mismo presidente a través de sus correveidile sale a decir muy suelto de cuerpo que: “Estamos contemplando la posibilidad de que las fuerzas de seguridad disipen aglomeraciones, pero no vamos a implementar un toque de queda, tal vez sí un toque sanitario como el que se aplicó en el interior”. Sí tal cual lo leen allí, da por sentado que la Ley al Señor Presidente le permite implementar cosas raras, como el delirio de la cuarentena como Estado de Sitio encubierto o como ahora reconocen un “toque sanitario”. En el último día del año, luego de esquilmar por milésima vez a los jubilados y aumentar los combustibles raudamente cual lo hacía el Presidente Macri, sale a prometer más acoso a los derechos civiles, más represión y nada de nada de prevenir y combatir al Coronavirus. O sí, lo piensa hacer como hasta ahora, invirtiendo más de 100000 millones en represión y en aumentos a la tropa, para agarrarlo a tiros en el conurbano al virus o al gente. Y el Presidente no tiene freno, por que nadie se lo pone.
Nadie le replica las barbaridades que dice y hace con la excusa de la pandemia y así se envalentonan sus KomuniKagadores como Página/12 que prosiguió en el inicio del año en la militancia formal por el toque de queda como rezan tantos artículos de ese virtual Boletín Oficial. Comenzaron el segundo día del año calentando los motores de la alKahuetería con un: “Coronavirus: Alberto Fernández no descartó apelar a las fuerzas de seguridad para “disipar a la gente e impedir aglomeraciones””(2 de enero de 2021). El 5 de enero, viendo desde el Gobierno que no había reacción popular al anuncio y sí mucha sumisión, el gran diario estatal se puso la gorra por completo analizando la “medida” como hecho consumado: “Coronavirus: qué es el toque de queda sanitario, la medida que implementaría el Gobierno”. Ya en día de ayer recurrió el mismo diario a replicar la amenaza gubernamental sin tapujos con esta vomitiva muestra de servilismo represivo: “Si no se portan bien, habrá toque de queda”.
Ya hoy mismo, otro de los medios serviles como El Destape salió a anunciar las medidas y a meter miedo con un: “Qué pasa si no respeto el toque de queda nocturno”. Allí como al principio de la cuarentena el medio amenaza, adivinando la ridícula aplicación del artículo 205 del Código Penal. Algo tan antojadizo como duplicar las penas del ridículo artículo 194 que reprime el no hacer nada. Así están las cosas y el Estado avanza con su logia de libres y aceptdados alkahuetes dispuestos a todo.
El Estado no ve limitaciones en el avance sobre los derechos civiles poniendo la excusa sacrosanta de la pandemia, si los pueblos no ponen coto a las ambiciones de sus dirigentes a todo Estado se le hace irresistible la tentación totalitaria y actúa en consecuencia. Una idea loca del brindis de fin de año es hoy una realidad por la inacción de las masas. El Presidente pasó de descartar el toque de queda a implementarlo, ante el silencio de las inocentes palomas sumisas de nuestro pueblo. ¿Y los organismos de Derechos Humanos? No se puede esperar mucho de ellos. Los que no fueron comprados, cooptados o seducidos por el Estado han mostrado una lentitud que permite cuanto atropello se le ocurra al Estado. Sigue Berni siendo Ministro de Seguridad por que nadie lo cuestiona y si no desaparecen más gente es por que hubo movilización popular espontánea de la gente del Pueblo ante la desaparición ya asesinato de Facundo Astudillo Castro.
El Presidente descartaba el Toque de Queda, pero como la población descartó cuestionarlo, hoy parece ser que la plegaria o la protesta privada desde el encierro, es la única perspectiva de resistencia que se avizora. Demasiado poco para que la diKtadura liberal tenga coto y ponga fin a su reinado de más de treinta años.
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