Derechos Humanos y Estado: asuntos siempre separados, salvo que el Estado sea K

Vamos a repetirlo hasta el cansancio, por que parece que aún no se entiende.

La existencia de una “Secretaría de Estado” de Derechos Humanos es una mentira abierta y una burla a esa lucha en si misma la cuestión. El Estado es el principal violador de los Derechos Humanos, mal puede tener una oficina estatal que se ocupe de defenderlos. Y de hecho no es una tribuna en defensa más que de los corruptos del poder en desgracia. Les recomendamos, para conocer nuestra opinión sobre el particular y el motivo por el que nos llenan de nausea ciertas cosas, leer la nota que escribimos específicamente en abril de 2020 y cuyo enlace les brindamos a continuación:

La persona y la gestión de Horacio Pietragalla Corti es la mejor explicación del siniestro rol de una Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Lo hecho por este señor durante toda su gestión al frente de la Secretaría ha sido un himno a las justificaciones de las violaciones de Derechos Humanos por parte del Estado, a la defensa de los corruptos “del palo” en desgracia como Ricardo Jaime, culpando de todo a las víctimas o al más debil más cercano de cuanta atrocidad se manda el Estado. Una auténtica joya que nos ahorra mucho trabajo de análisis de la cuestión ya que la coincidencia de Pietragalla con el modelo de un hipócrita de Estado es chocante.

Ahora la tarea es mostrar que cumplen un rol y van a inventar lo que sea, no importa si es un juicio imaginario o la pelea con un enemigo invisible, como les enseñara Néstor Kirchner. Necesitan tapar el desmadre de la gestión de Capitanich y sus abusos históricos contra los pueblos originarios. Necesitan vender humo y ya, la vergüenza no es opción, como siempre con el peronismo y sus mistificaciones.

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