En Chaco, como en todas las partes del país donde la única política contra el Coronavirus es acabar con el pueblo a los balazos, las fuerzas de seguridad son el sostén de un andamiaje represivo, que a falta de verdades, es lo único que se les ocurre a los poderosos. El país se conmovía al ver (a pesar de que siempre desde Locomoción TV seguimos los sucesos represivos de la oligarquía chaqueña) como la policía de Capitanich abusaba de una familia Qom, pero los que mandan siempre cuentan con la poca memoria del pueblo para librar a sus sicarios de problemas y seguir manteniendo sus medios de vida. Los policías, que ya fueron beneficiados con el arresto domiciliario, volverán a cumplir a partir del lunes su función en la Policía del Chaco.

Tal cual lo reseña Diario 21, este viernes el jefe de la Policía del Chaco, Comisario Mayor Fernando Romero, los criminales uniformados “a más tardar el lunes van a volver a cumplir funciones” y agregó que “Obviamente volverán a sus funciones por supuesto sujetos a las resultas de la causa Judicial y del sumario administrativo que sigue su trámite. De esta manera lo indica nuestra ley del personal policial”. Parece que lo importante para el Gobierno y su Poder Judicial adicto es muy importante que los sicarios de uniforme vuelvan a las calles y ser el garantes del completo avasallamiento de la sociedad civil chaqueña y sus pueblos originarios. Sojeros y narcos festejan que su gente puede varearse ante los oprimidos de la provincia, para que vean que teman además de a su prontuario a la impunidad que les garantizan los de arriba. Sostenemos, sin embargo que mientras el pueblo permita estos atropellos se repetirán y aumentarán en intensidad, ya que el poder de ninguna manera se siente seducido a dejarlos de lado ante ninguna resistencia.

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