Comunicado Guardia Comunitaria Whasek

13/04/2020

Aquí, otra vez.
Nuestra palabra que nace de la bronca frente a tanta injusticia y abandono de nuestras vidas.
Tiempos duros para todos, pero más que nada para los pobres y sobre todo para los pobres indígenas.
Tiempos en donde se nos niega la atención médica.
Tiempos en donde se nos niega la educación ancestral.
Tiempos en donde nos reprimen por el simple hecho de ser indígenas.
Tiempos en donde el hambre nos golpea y desde el gobierno hacen que esos golpes sean más fuertes todavía.

Estamos pasando tiempos malos, sin poder trabajar o mariscar a las familias Wichì se nos vuelve muy duro el poder alimentarnos.
Nuestros niños y ancianos acostumbrados por años a pasar hambre, pero esto no debe ser así, no puedo seguir siendo así.
Como dicen esos carteles en las grandes ciudades “El hambre es un crimen” y así lo es, un crimen de Estado.
Un estado ausente que cuando le gritamos nuestros hijos e hijas mueren de hambre mira para otro lado.
Se ríen y nos llenan de promesas. Como si con promesas nuestros niños y ancianos se llenaran sus panzas. Pero no.

No terminamos de llorar a un hermano nuestro cuando otro muere a causa del hambre o situaciones derivadas de la mala alimentación o desnutrición.
Lo que pasa hoy en Salta y ocupo los titulares de los grandes medios de desinformación masiva hace unos meses, ya dejo de ser noticia y parece que ya no mueren más niños de hambre en Salta, aunque siga siendo una dolorosa realidad, es nuestra peor pandemia, pandemia llamada Hambre.

Pocas cosas en la vida son más injustas que ver morir a nuestros hijos e hijas.
Podrán juzgarnos diciéndonos vagos, cómodos, borrachos, pero nunca pensaran ni un minuto en cómo llegamos luego de vivir durante siglos de nuestros montes a morirnos de hambre en el presente.
Nos despojaron, primero de nuestra cultura ancestral, luego de nuestros territorios y mediante la violencia nos obligaron a someternos a sus formas de vida y a vivir dependiendo de las migajas de los políticos y empresarios.

Soplan otros vientos, mucha sangre y vidas carga nuestra memoria a lo largo de tantos años por estas tierras, hoy como pueblo intentamos renacer de nuestros montes, dándole valor a nuestra cultura.
Volviendo a defender nuestros territorios, sabiendo que sin territorio no hay vida.

Somos hijos y guardianes del monte.

Aquí nuestra voz ante otra injusticia que estamos pasando como pueblo.
Nuestra denuncia;

El jueves 9 de Abril por la tarde llegaron los módulos alimentario que envía el gobierno provincial mensualmente.
Envió que es obligación del gobierno provincial.
Mandaron 700 módulos para repartir en 7 lugares y parajes distintos; Wichi Pintado, El Sauzal, Sauzalito, Vizcacheral, Tres Pozos, Tartagal y Fortin Belgrano.
En toda la zona deben vivir aproximadamente 1500 familias, como mínimo. Todas son familias numerosas.
Cada módulo tiene: 1 kilo de fideo, 1 kilo de polenta, 1 kilo de arroz, 1 kilo de harina, 1 kilo de azúcar, 1 kilo de leche en polvo y un litro de aceite.
Piensen ustedes cuanto puede rendirle eso a una familia numerosa.
No alcanzaría ni para todas las familias ni duraría mucho.
Por estas razones es que la Guardia Whasek junto con los caciques comunitarios decidieron hacer ollas comunes para poder garantizarle a cada hermano y hermana un platito de comida y algunos días algún cocido.
La prioridad son los ancianos y niños.
De esta manera como Guardia Indígena nos comprometimos a colaborar para acercarle un plato de comida a nuestros hermanos y hermanas.
En cada olla se utilizaría parte de los módulos y mediante donaciones que acerquemos la Guardia ya sea en verduras o carne cocinaríamos.
De esta manera pese a lo poco que nos mandaron buscamos acompañar a nuestra gente comprometiéndonos a acompañarlos y cuidarlos en lo que esté a nuestro alcance.
Por esto aprovechamos pese a la situación que estamos pasando como país para quien pueda y este a su alcance, donarnos alimentos no perecederos para poder seguir sosteniendo en un futuro las ollas comunes.
Quizás no podamos solucionar el tema del hambre y la desnutrición pero por lo menos haremos que la realidad duela menos para muchos de nuestras hermanas y hermanos.
Pasada la pandemia que llaman “Coronavirus” vendrán tiempos duros, que solo unidos podremos pasarlo.
Aquí esta otra de las razones por las cuales nos hemos decidido organizar como Guardia Comunitaria Indigena Whasek, para no seguir estando separados, sino juntos, firmes intentando construir desde nuestra propia cultura, apoyándonos y cuidándonos entre nosotros.
Sin esperar nada de los malos gobiernos, que solo nos alimentan de falsas promesas.

Aquí estamos, y hacemos responsables de la situación que estamos pasando como pueblos originarios en la provincia de Chaco, al Gobierno Provincial y al Instituto del Aborigen Chaqueño que reciben millones de fondo para responder a las necesidades de los indígenas de la provincia y ese dinero nunca llega a los territorios.
Los responsabilizamos también por la integridad física y salud de nuestros hermanos y hermanas, como gobernantes y funcionarios es su deber y obligación cuidar por nuestros derechos y vida.
Sabemos que eso no pasara, pero igual se lo exigimos.

Como Guardia Indígena seguimos este camino de defensa del Territorio y protección de nuestra cultura.
Desde lo poco que esté a nuestro alcance, será nuestro horizonte el ayudar a nuestro pueblo a vivir con un poquito más de justicia y dignidad.
Sabiendo que nada podemos esperar de quienes nos marginan, nos ocultan y nos matan.

Ifwala innamejen ” Que el Sol nos acompañe”

Sin más;

Guardia Indígena Comunitaria Whasek.
Sauzalito. Chaco.

Visits: 0

Leave a Reply