En estos días en los que los atropellos del Poder, soltándole la cuerda a fuerzas armadas y de seguridad, es casi oficial que esta gente piensa combatir la Pandemia golpeando a la gente y controlando todos y cada uno de los aspectos de su vida. Crecen las acciones “libres” de fuerzas de seguridad que ya el lunes le costaron la vida a una mujer en San Luis, entra tantos otros casos ayudados por la falta de información oficial sobre lo que se hace con más 30000 ciudadanos “acusados” de violar la cuarentena. Y ésto es todo lo que sabemos.
La Santa Inquisición ha dejado espacios para que los supuestos profetas y castigadores divinos hagan lo que gusten. Han decidido sublimar la grieta a como dé lugar, necesitan de toda la tropa que sea para el escenario mediático y militar de esta guerra contra el enemigo invisible. Tal como lo hacen los autoritarismos en todo el mundo, el Gobierno ve la oportunidad única de imponer la Gran Secta de los que reconocen en el Estado y los empresarios como las deidades a las que hay que servir. Otrogan la vergüenza como ventaja, no hacen espionaje sobre los ciudadanos, para nada, por eso le encargan la tarea de patrullar a las fuerzas de seguridad y si es necesario en las redes sociales. Quieren blanquear esta tropa infame durante la Pandemia y continuar con las bandas de trolles que ya poseen desde siempre los partidos mayoritarios en redes sociales, vigilando y siendo sicarios, aunque sea en lo virtual de la población.
Temíamos desde que nos gritaban que si hacíamos acciones durante el macrismo haciamos que ellos “pusieran los muertos”. Tal desfachatez no tenía límites y por eso se pasaron cuatro años de vacaciones al amor de votarle cuanto ajuste había a Macri. Les dijimos siempre “que se iban a poner la gorra”, pero no sólo se la pusieron si no que se la pegaron a la cabeza. La Doctrina de la Vuelta de Página se ha impuesto en el kirchnerismo, ya que necesitan para todo el resto de su mandato la suficiente cohesión entre los vigilantes locales ligados al Gobierno en las luchas sociales y las fuerzas represivas del Estado.
Se venían reuniendo antes de la Pandemia, no es nada nuevo. Que muchos aprovechen este momento para saltarse a servir al proyecto estatal, es simplemente eso. Aprovechar el momento en que la traición por la “Patria” (perdón, para combatir el Coronavirus, me confundí de excusa para matar) está prácticamente avalada por el Estado y apoyada de forma incomprobable por vastos sectores de la población. Están pasando libreto a renegados y alkahuetes. Para esa gente que no piensa siquiera los mensajes deben ser muy claros y los fascistas lo son en eso de amar y servir al Estado o a todo lo que esté arriba.
La Pandemia no durará para siempre y el reaseguro de todos los gobiernos reside en tu memoria, si es volátil se apagará, pobrecitos de los poderosos.
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