Quiero la reforma y la quiero ahora

Las protestas siguieron y no parecían cesar y Morales perdía la paciencia, quiso adelantar los tiempos electorales y no pudo aguantarse su necesidad de poner en marcha esta criminal reforma constitucional ahora mismo. Tiene que posicionarse como el héroe del puñetazo en el escritorio, ese que no se deja torcer el brazo por ninguna voluntad popular a la que no pueda acallar a balazos.

Morales se puso en hacer prefiguraciones y no podía fallar en esta cuestión quedaría como un idiota ante un electorado que ve indefectiblemente volcado al Tercer Reich. Tenía que acabar con los piquetes y todo lo que le molesta al señor lo antes posible. Me hace acordar una escena de Homero Simpson que necesitaba un arma en ese momento por que estaba enojado precisamente en ese momento. ¿¡A ver!?

Bullrich, sin responsabilidad de gobierno les viene mojando la oreja en Juntos por los Cargos y Morales no quiere ser menos de derecha que ninguno, por lo que se tiene que sostener en este conflicto y en esta Reforma, por que tiene que mostrarse fuerte ante un electorado que se corre irreversiblemente (según elles mismes) hacia la derecha. Por eso está haciendo una muestra de lo que será su gobierno si es presidente. Apostó todo a estas acciones, apresuró las cosas y terminó hipotecando su futuro en la pelea que perdería en Jujuy. El reforzar un símbolo de violencia estatal extrema lo llevó a chocar de frente con sus aspiraciones presidenciales y hasta les diría aun las que se vislumbraban vicepresidenciales.

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