El culebrón de la Copa América ha llevado al Gobierno y a su modelo de Estado burocrático autoritario al punto de tener que mostrarse imperfectos e incapaces , algo que todo el mundo sabe de ellos y lo que nunca en su vida están dispuestos a admitir.

Esa obsesión peronista de mostrarse superiores y a su vez al mismo nivel del resto de los líderes del mundo, los lleva a que hasta el tema más banal se es transforme un tremendo problema.

Pasaron de la alatnería a la falta de dignidad total en muy pocos días. De sentirse capacitados para organizar la Copa en solitario a trener que admitir su incapacidad para hacerlo. Si a eso le sumamos que lo que este Gobierno no pudo hacer, intentará hacerlo Bolsonaro, la depresión del kirchnerismo se vuelve terminal. Ahora “pelean” por que el, hasta ayer odiado, Tribunal Supremo Federal del Brasil impida la realización de la Copa América. El Gobierno ha llevado su indignidad a extremos históricos.

Su red de alkahuetes periodísticos y parapoliciales han construido un castillo de naipes, al que llamaremos Nubedepedia, que por su propio peso, y el de quienes querían montarse en él a pesar de su debilidad, se vino en picada tan rápidamente que al final del mes de mayo el Gobierno lo dinamitó desde adentro dejándolo en ruinas.

Sabemos que a los que detentan el poder en la Argentina son siempre cortoplacistas y, como tales, el fin inmediato justifica los medios por indignos que éstos sean.

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