
Arranco la tarde iniciando el camino a la Marcha en Repudio al G20 y de entrada empezaron los trastornos en una Ciudad donde lo más importante era expulsar de la misma a todos sus habitantes y aquellos que pudieran acercarse a la misma.
En todos los barrios las guardias policiales fueron reforzadas, no había desde la mañana del día jueves un solo lugar de la Autónoma sin un mínimo de tropas federales apostadas. En las zonas céntricas lucían logos de la Policía Federal las máquinas matar que le regalaron los jerarcas chinos al hijo de sus socios de negocios.
Antes de salir hacia la marcha nos enteramos de la detención, obviamente arbitraria de Guillo Pistonesi, por motivos que hasta el momento son desconocidos. El compañero del PTS permaneció detenido hasta la madrugada del sábado, uno más de los atropellos sobre la sociedad civil de esta jornada. Les recomendamos leer las palabras del propio compañero en la nota que incluimos en este mismo medio contando su horrible experiencia en esas horas.

Imposible tomar el subte, cualquiera de ellos, tenía en su cartel electrónico una leyenda que rezaba: “SIN SERVICIO por las medidas de seguridad de la cumbre del G20”. Filmé el primer vivo para que comience a quedar registro del desaguisado estatal, una Ciudad parada por la reunión de 20 de los mayores criminales de la actualidad. Después el gobierno despotrica por la pérdidas que ocasiona cualquier forma de lucha popular por sus derechos. Parece que el cristal estatal deforma la realidad y los números amoldándolos a sus necesidades. Elúnico consuelo que me quedaba era que vería una columna de los metrodelegados en la marcha, cosa que a la postre no ocurrió.
Les pido disculpas por las palabrotas que uso en los videos en vivo. Es indignante lo que pasa y lo que veremos a continuación, aún así prometemos en otras coberturas evitar todo lenguaje soez y grosero, impropio de un trabajador de prensa. Aunque las circunstancias ameriten tales expresiones y algunas más no son apropiadas para una cobertura seria. Como vana excusa, podemos alegar que hicimos lo posible solamente.
En el resto del recorrido, no pude hallar un colectivo que mínimamente me acerca a la zona de Congreso, ya que la caminata iba a ser larga, aproveché para probar el equipo y revisar cómo iba a realizar la cobertura de la marcha, lo que por imperio de las circunstancias pasó a segundo plano. Estábamos ante un real Estado de Sitio, nuestras garantías constitucionales echadas por la borda y la ciudad artillada.
Por fin llegamos a la zona de Congreso y comenzó el peregrinar entre todas las fuerzas de seguridad que acorralaron la marcha en un perímeetrosin que se tratase de una pandemia o un tema real de seguridad, no más mostrar músculo por parte de uniformados a una sociedad civil desarmada, vigilada y asaltada. Los narcos no estaban allí, sólo civiles queriéndose manifestar en esta democracia farsantemente burguesa.
En cada uno de los retenes, había personal con cámaras identificados con la fuerza de seguridad a la que pertenecían e identificados como “PRENSA”. Sí, dicen ser de prensa los caraduras y son parte de un operativo represivo de Estado, más de una vez les pedí dos cosas: a) que me dijeran por donde podíamos entrar los trabajadores de prensa reales y, b) que me dijeran de que medio eran. Como respuesta solo recibí un mutismo que indicaba que eran ellos los que violaban los derechos civiles.
Tras un peregrinar por miles de vallas logramos iugresar a la marcha y cuando vi la columna del PTS me acerqué a hacerle unas preguntas a Nicolas del Caño, que nos contó que hubo mucha gente en la marcha, ya que de entrada le confesamos que caminamos mucho por afuera para llegar ahí. Agradecemos al diputado nacional su deferencia con nosotros y su habitual simpatía. En un primer momento me parecio que que se había asustado por mi aparición repentina, aunque luego viendo el video me di cuenta que fue sólo el parecer del momento. Y sí, me abalancé sobre él por que tenía mucho material del Estado de Sitio y nada de la marcha en si.
Tras eso me acerqué a la esquina donde doblaban las columnas que se desconcentraban y pude divisar, además de las agrupaciones de izquierda a algunos sectores del “socialismo nacional” como Patria Grande y algunos grupos piqueteros como el Frente Darío Santillán y el Teresa Rodríguez. Más atras, con un cordón literal de seguridad (sí tenían una soga que marcaba su perímetro) estaba el Partido Piquetero del ex trotskista rebelde y ahora ultrakirchnerista Juan Marino. Luego venían organismos de derechos humanos y otros agrupamientos políticos, con la clara ausencia del kirchnerismo clásico como ser la Cámpora, Nuevo Encuentro y demás tropa de CFK que al parecer obedecieron el deseo de su jefa de no repudiar al G20. Cuendo les pregunté a algunos manifestantes me dijeron que no los vieron pero que si notaron en sus celulares una marcha de teclado o de redes sociales de esos sectores.
Un dato más de la paranoia del poder fue el que me pasó una companera de los Rescatistas de la Villa 31 que vieron imterrumpidos los traslados de pacientes de ese barrio a los nosocomios hasta por un tanque. Sí, un tanque, hasta la asistencia de la salud de las personas se puso por del bajo del delirio persecutorio del poder mundial.
Cuando decíamos que la burrada represiva de diciembre pasado no era más que un ensayo para el G20 no nos equivocábamos. Ya con el poco material para la crónica buscamos salir de la zona y nos encontramos con otro atropello esta vez perpetrado por la Policía Federal Argentina. Un despliegue circense que reflejamos en dos videos mostró que esa fuerza de seguridad privaba de la libertad a los fleteros que llevaban banderas y tacuaras de las agrupaciones participantes. interviniendo con personal armado esos vehículos y subiendo tropa a los mismos. Otra muestra más que las fuerzas de seguridad se desvivieron en provocar desmanes y pisotear los derechos de los ciudadanos sólo por “seguridad” buscándola donde no había problemas mas que los que ellos mismos generaron.
Visits: 1