Santoro y un CDD tan poco creíble que da miedo
La andanada de alkahuetes ansiosos, apremiada por la campaña electoral, que no se puede detener, se ha lanzado a un ritmo vertiginoso: hay que hacer algo con el tema, como siempre, no reconocer nada y contratacar con ferocidad, o contundencia como le llaman a todos sus logros que no pueden explicar. La voz cantante en el tema tienen que ser la de alguien que no tenga nada que hacer, alguien que domine el arte de mistificar, mentir y traicionar como es el ex-radical multifunción que el Frente de Todos tiene por candidato en la Autónoma, Leandro Santoro.
En declaraciones hechas a la controladora de daños paraestatal, Radio 10, Santoro trató de justificar lo injustificable y trato de victimizar al gran victimario de la pandemia, el Presidente Alberto Fernández.
Comenzó diciendo que el Presidente “cometió un error” (insisten en imponer la palabra error, cual es fojas cero macrista, como exorcisando) y que no se puede cancelarlo por ello. No fueron errores las desapariciones, muertes por gatillo facil durante la pandemia y todos los atropellos que se sufrieron, mientras en Olivos podían estar de fiesta. Y ésto tampoco fue un error, es una concepción de la viveza de los de arriba que con impunidad se pasaron por las partes lo que a todes nos obligaban a hacer.
Santoro, ante los micrófonos, no podía dejar de negar todo y tirar basura al otro, que es casi para lo único que es al menos mediocre. Dice, en su delirio que quienes piden el juicio político son unos irresponsables, palabra que ante la magnitud de la irresponsabilidad del Presidente son la imágen de la desesperación del candidato en este momento en que necesita pasarle letra a una militancia paraestatal que no se anima abandonar la vigilancia de sus enemigos o nuestros conciudadanos. Preguntó por qué no se lo exigieron a Macri, volviendo a plantear la Doctrina Kirchner, que indica un enemigo invisible y tan poderoso que no los deja hacer las cosas bien. Y de última, la culpa es de Macri, por que así tiene que ser, vano CDD (control de daños) por parte de Santoro que hunde más al kirchnerismo en estas P.A.S.O. que es lo único que les interesa.
Ya cebadito en su ignaro totalitarismo, Santoro se lanza a decir que seguir con el tema (y atentos a esta nueva bolufrase de este señor) es “deslealtad democrática”. Sí, supone en su imaginario mundo, que inventar una categoría que nadie conoce y menos él, lo ayudará para levantar el ánimo de una tropa alicaída por que se supo lo que durante años negaron: que son los vasallos en el mejor de los casos de una oligarKía de baja generosidad y presupuesto.
En el final de la nota, y casi haciendo estallar nuestro píloro, Santoro hizo de psicólogo presidencial (ya sabemos que vergüenza no tiene) y aseguró que el Presidente de la Nación “está muy dolido, es conciente del dolor de la gente, y eso le provoca un dolor muy grande a él”.
La política oficial sobre el Olivos Gate se centrará en la acción lenguamarrón que les enseñara Néstor Kirchner: reconocer un error solamente es la variable nueva en la vieja enseñanza del líder. Después lo de siempre: recurrir a culpar a la oposición y avalar la entrega al escarnio público que hiciera el Primer Mandatario hiciera de su Primera Dama.
Así están las cosas: ellos tienen derecho a todo y la mayoría tiene la obligación de soportarlos sin chistar por las desapariciones, las muertes, el gatillo fácil, la denuncia constante de informantes en redes sociales y fuerzas de seguridad federales, la carcel, los tormentos y todos los infiernos que prometía el Presidente a quienes se atrevían a cuestionar algo y a quienes llegó a llamar idiotas. Los mismos que impusieron un régimen de terror se burlaban de todo y si no se publicaban las fotos, aún lo seguirían negando todo.
A continuación les brindamos los 21 minutos de la entrevista que el komunikagador Iván Schargrodsky le hiciera al candidato oficialista, no responsabilizándonos por la nausea que ello le cause al lector:
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