El día miércoles, el ministro de Salud, Ginés González García, anunció ante la Comisión de Salud de Diputados que prepara un DNU para declarar de interés público a todo recurso sanitario. Una medida, para nosotros, con las conocidas desconfianzas que no inspiran los poderosos de hoy y de ayer, hasta “lógica”. Estamos ante una pandemia y los recursos del Estado deben estar volcados principalmente a la salud, en realidad los recursos del país (públicos, privados, tercer sector) deben estar orientados a la salud y la cura de la enfermedad con más precisión. Seguramente esta medida haría surgir muchas mezquindades de quienes manejan con avaricia un negocio de una necesidad. Aún habiéndoseles ofrecido que recibirían aportes extraordinarios para quienes brinden este tipo de prestaciones. Acá seguramente podamos tener una diferencia, pero si esa contraprestación a los privados hace que el sistema de salud se vuelva único para combatir la pandemia es algo con lo que podremos lidiar mentalmente.
El empresariado ha demostrado en esta pandemia que no está dispuesto a poner nada más que billetes en sus cuentas bancarias y vivir su libertad de empresa. Los canales de TV tienen el privilegio de que su gente le vocifere a otros desde la calle que se queden en su casa. Muchos de esos medios han sido los que en defensa de la pauta futura han salido a defender libertades que como la mayoría de las del pueblo a nadie se le ocurriría invocar. Los ciudadanos no tenemos derecho a circular, los dueños del capital tienen derecho a mentenerlo. Tan injusto como real, se llama capitalismo y ustedes ya lo conocen. El Gobierno debe lidiar con una pandemia, esta medida no era nada impopular y si quiere puede aplicarla sin que ello genere inconvenientes.
Quienes sí de alguna manera fomentaron que esta medida no se lleve a cabo son los operadores Pro que metieron toda la presión que pudieron para que la Ciudad no se haga cargo de los pacientes si la Provincia colapsa. Sí, a sus habituales faltas de empatía hacia sus conciudadanos parece que inauguran una idea de que quieren la Ciudad no pague los enfermos dela Provincia. La sólida amistad entre Larreta y Fernández no dura más que el soplido en una billetera. Por que no hay dudas, que el Pro, como todos los partidos, piensan que te dan algo cuando gastan un peso en algo para los mas necesitados. Vergonzoso, aunque esperable el rol de la derecha porteña en esta cuestión.
Durante la mañana del jueves, los teléfonos presidenciales estaban a toda marcha, recibiendo mensajes en contra de “la expropiación” de los recursos de salud. Otros aún hablaron en consultas hechas de confiscación, para reflejar la medida que el Estado parecía iba a tomar. Hubo fuertes cruces en el Gobierno por este tema, pero la cosa terminó mandando al Ministro de Salud, Ginés González García, a decirles a los pulpos de la sanidad privada que la medida a adoptar será ya no un DNU si no una simple resolución ministerial y mucho más acotada. Se centrará solamente en conformar una mesa de seguimiento de la pandemia que haga una evaluación diaria de las necesidades de disponibilidad de camas para responder sin mucha demora (eso afirman) a ellas.
Nuevamente el interés por poner el hombro en la pandemia reside solo en la mayoría del pueblo que soporta como puede el encierro, la falta de dinero y de que se digan lñas cosas tal cual son.
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