a fecha es simbólica pero no necesariamente definitiva en las distintas luchas que ha sostenido nuestro pueblo en la historia desde la conquista hasta nuestros días.
En esta fecha sí rendimos homenaje y reivindicamos al proceso de Liberación Nacional y Social que fue la razón de la Dictadura que se inicia en esta fecha. Y a las mujeres y hombres que lo llevaron adelante.
Un proceso revolucionario iniciado 30 años antes de 1976, continuación de las luchas de principio del Siglo XX.
El desarrollo paulatino y firme de ese proceso lo evaluamos en dos aspectos.
Uno es el amplio despliegue de fuerzas revolucionarias que con gran capacidad política y organizativa lograron insertarse en los más amplios sectores populares y en muchos casos conducirlos.
El otro es la combinación de las luchas políticas, sindicales, barriales, estudiantiles, entre otras tantas, con un alto nivel de conciencia en la que no faltó incluso el uso sistemático de la lucha armada como una parte de los métodos que se imponían para derrotar el enemigo de los intereses populares.
Podríamos agregar un tercer aspecto que es que, para principios de los setenta, ese proceso revolucionario, esas luchas y esas importantes tareas en la base social fueron confluyendo en dos o tres organizaciones revolucionarias, haciendo del proceso de liberación un horizonte verdaderamente posible.
Es necesario también sumar al análisis, la agudización de la lucha de clases dentro del Peronismo -entre los pro capitalistas y pro imperialistas por un lado y los revolucionarios por el otro- esa lucha interna existió desde siempre, pero a partir de los años sesenta aparecieron organizaciones peronistas que se plantearon el camino al Socialismo independientes de las burocracias y del propio Peron. Y que hicieron de esa lucha contra el PJ y la burocracia peronista también una bandera principal.
De esa lucha dependería también el destino del Peronismo hacia la instauración de la Patria Socialista o la de convertirse en el vehículo eficaz para la consolidación del capitalismo en la Argentina.
No hace falta decir, a la luz de la historia reciente, quiénes fueron los ganadores de esa disputa dentro del peronismo, convirtiendo la lucha revolucionaria de esa época en museos de memoria histórica, condenándola a habitar las tierras de un pasado glorioso que jamás permitirán se convierta en presente.
El Golpe Militar también vino a intervenir dentro del Peronismo preservando a los capitalistas y masacrando a los revolucionarios.
El proceso de derrota de la lucha revolucionaria comenzó a gestarse a partir del Gobierno Peronista en 1974 -aún en vida del Gral Perón- por todos los medios posibles : usando la burocracia sindical para atacar a las organizaciones, poniendo al PJ y sus distintas estructuras como ariete contra las organizaciones revolucionarias. Sea con la policía, con grupos de la derecha peronista, con leyes antiterroristas como la 20.840, etc.
Y, finalmente, frente a la heroica resistencia de esas organizaciones conformando grupos de exterminio como las Tres A, Comandos Libertadores de América y la CNU.
El Estado peronista y sus organizaciones de derecha golpean dura y letalmente a las organizaciones revolucionarias, peronistas y no peronistas.
Pero no logran la derrota de estos, al contrario, las organizaciones avanzan y se fortalecen.
A diferencia de hoy, en esos años el concepto de «organizaciones sociales», era impensable.
Porque el punto era el Poder, toda las construcciones estaban enfocadas en la lucha por el Poder.
Hoy nuestra Organización mantiene intacto ese objetivo entre sus postulados.
Para fines de 1975 el Poder del Estado peronista de Derecha tambalea y le cuesta mantenerse en pie. Las organizaciones revolucionarias, con cientos de muertos, presos y desaparecidos, siguen siendo una opción de poder. A la defensiva, pero avanzando.
El golpe militar del 24 de Marzo del 76 entonces es la herramienta del Poder – en especial el Imperialismo Yanky con el brutal cambio de modelo de acumulación capitalista que se avecinaba- para detener el avance revolucionario y eliminar toda resistencia del nuevo orden mundial que ya se encontraba en marcha. De ahí la participación directa de los gringos en esta lucha.
El golpe de 1976 vino a desequilibrar esa lucha de clases creciente. Vino a detener ese proceso de Liberación y generar las condiciones para imponer el modelo económico que ha generado la tremenda desigualdad que hoy estamos viviendo y lo hizo con un plan de exterminio total.
Su blanco fundamental fueron las organizaciones revolucionarias y toda aquella construcción que fuera favorable con el objetivo de la Liberación Nacional y Social de nuestro pueblo.
Los y las revolucionarias, los trabajadores de base, los cros y cras más esclarecidos de los barrios, los y las intelectuales orgánicos o comprometidos, y luego los familiares de presos y desaparecidos, resistieron con un alto nivel de arrojo y determinación. Vaya para ellos nuestro profundo respeto y admiración.
En todo este proceso que relatamos, existían muy pocas respuestas de lo que hoy conocemos como organismos de DDHH porque la defensa de los derechos de los y las militantes era asumida por las propias organizaciones revolucionarias. El nacimiento de las organizaciones que nuclearon a familiares de compañeros y compañeras desaparecidos, muertos y exiliados nacen en forma contemporánea o posterior a la desarticulación y derrota de aquéllas. Básicamente después del Golpe.
El nacimiento de estas organizaciones de DDHH, sin duda de mucho compromiso y valor para afrontar esos momentos, trajo también aparejado, inevitablemente por su carácter, la idea de victimización de los compañeros y compañeras que lucharon y dieron su vida, despojándolos de su alto grado de conciencia, coraje y decisión de luchar contra quienes oprimen a nuestro pueblo.
Y lo peor de todo : despojandolos de su identidad política y del proyecto y los objetivos por los que lucharon.
Las siluetas y las fotos invocando sólo su condición de detenidos desaparecidos, asesinados y exiliados, fueron desdibujando su lugar de luchadores y luchadoras la memoria histórica de las organizaciones a las que pertenecían.
Por eso, en esta fecha, los cros y cras de Convocatoria SEGUNDA INDEPENDENCIA queremos reivindicar su calidad de luchadores y luchadoras que ofrendaron su vida por la construcción de una patria socialista. Ni nosotros los consideramos víctimas, ni ellos y ellas se habrian considerado a sí mismos como tales. Un o una combatiente convencida, el o la militante sindical o barrial esclarecido y consciente que lucha hasta el final jamás puede ser una víctima. Seria faltarle el respeto a su memoria.
Un revolucionario o revolucionaria, consciente que se forma, se entrena y se prepara para luchar hasta entregar su vida no es víctima. Cada compañero y compañera desaparecida que perteneció a una organización revolucionaria, tuvo una vida inserta en algún espacio de lucha que es necesario recuperar para la lucha revolucionaria futura.
El poder lo sabe. Hay dos maneras de borrar la memoria histórica de lucha de un pueblo: ocultándola o colocarla en un pasado que ya no tiene posibilidad de volver.
Convocatoria SEGUNDA INDEPENDENCIA jamás acordará con el concepto de «víctimas» o de “inocentes” que la ideología del liberalismo quiere imponer bajo el ropaje de la defensa de los derechos humanos.
Está claro que la derrota a partir del 76 trajo como consecuencia la aparición de gobiernos elegidos por voto pero absolutamente capitalistas desde 1983 hasta el presente, así como también que la principal fuerza que supuestamente representa la clase trabajodora, el peronismo, terminó consolidándose en la ideología capitalista y en algunos casos abiertamente pro imperialista.
Por eso razón, Convocatoria SEGUNDA INDEPENDENCIA no es, no fue, ni será, una organización peronista.
Consideramos que el capitalismo y el Imperialismo son los principales enemigos de la humanidad.
Y por lo tanto ni Gobiernos ni partidos dirigidos por capitalistas jamás serán «nacionales y populares».
Creer eso, como creer que el Peronismo pueda tener una dirección revolucionaria es, cuanto menos, de una ingenuidad absoluta y desconocer la Historia.
Hoy, ahora se impone reconstruir el movimiento revolucionario.
Se impone establecer con claridad de qué lado estamos.
Se impone avanzar en un proceso revolucionario legítimo, con convicción y formación.
Se impone organizar, formar y luchar para hacerse del Poder para la representación ideológica y orgánica de la Clase Obrera.
Única forma de intentar el largo camino para una Sociedad sin explotadores ni explotados.
Convocatoria SEGUNDA INDEPENDENCIA es una Organización incipiente, y se pone a disposición para construir instancias de Unidad con aquellos y aquellas que lo intenten.
Es nuestro mejor homenaje a los y las que lucharon y enfrentaron el golpe del 76.
Visits: 0