Las evaluaciones de la CGT de la jornada de paro en desarrollo:

Puntos salientes de la Conferencia de Prensa:

Comenzó Moyano declarando que el paro fue alto acatamiento, evidente y enseguida dió la palabra al dirigente Bancario Sergio Pazlazo que tuvo euna encendida defensa del comercio más que nada, siendo más un representante de APYME que de los trabajdores. Ya otro de los dirigentes gremiales presentes lanzó la propuesta proselitista del paro metiendo el tema en octubre sobre la mesa de la conferencia con total desfachatez, mientras el sindicialismo combativo era reprimido horas antes en Puente Pueyrredón y el Acceso Oeste. Catalano, siguió en la misma línea de Palazo, con la vieja y patética teoría del derrame, pidiendo que se le inyecte dinero a la pequeña y mediana empresa (no sabíamos que las PyMes tenían tantos dirigentes gremiales a su servicio), rogando además el salvataje económico del empresariado.

Luego de Catalano hizo uso de la palabra el Intendente de Merlo, Gustavo Menéndez. Si, leen bien, el Intendente de Merlo, dando aún un carácter más patronal si lo hubiera a la convocatoria de prensa. El convidado de piedra, haciendo honor a su cara, salió a decir queun presidente debería hacer una evaluación del paro. Obviamente habló del actual presidente y no de CFK que nunca hizo lo que él le reclama a Macri. El carácter proselitista de la Conferencia de Prensa iba in crescendo.

Tomó la palabra Eduardo López de CTERA, que se refirió a como el hambre afecta al proceso educativo y de que por esa vía no se puede pretender mucho del sistema educativo más que lo que heroicamente los docentes puedan aportar. Coincidimos plenamente con lo planteado por el dirigente de CTERA. Acto seguido el dirigente de Municipales, Rubén García, salió con un discurso de baka estopa en el cual reivindica su gestión y el acatmiento de su sector al paro. Ante una buena exposición la necesidad de figuración de algunos dirigentes los traiciona y les lleva a decir lo que sea con tal de decir algo. Intentó un proselitismo bajo pero no pasó de la mediocridad al menos de todo su planteo.

Hugo Moyano, ante el despropósito de García pidió el micrófono y ensayando un control de daños efectivo, retomó los dichos de López marcando que el Gobierno no entiende esa realidad y que habla sólo delo que dice que pierde el país y se olvida lo que los trabajadores aportan a traves del impuesto a las ganancias por ejemplo. Y que es el pueblo argentino en general el que aporta a sostener el Estado-

Luego de eso tomó la palabra un periodista que casualmente fue el primero en recibir el micrófono y que puso el pie de nuevo en lo electoral, por lo que creemos que no fue casual que se le diera uso de la palabra tan pronto.  Ante la pregunta de qué pensaba de la fórmula Kiciloff-Magario el Intendente de Merlo se despachó con un discurso defendiendo al binomio bien preparado y que la claque gremial aplaudió con la desfachatez que los caracteriza.

Ante la pregunta de un reportero de Radio 10, Hugo Moyano se vió obligado a hablar de la represión en Puente Pueyrredón y Acceso Oeste. Simplemente, el dirigente camionero respondió que repudiaba la represión y que la responsable es la Ministra Bullrich. Es decir, no dijo nada, ya que sabemos que el sector del sindicalismo que representa Moyano y sus sirvientes está a la derecha de cualquiera y ellos no se juntan con la izquierda que fue reprimida en la mañana.

Luego de ello, la pregunta de los periodistas se centraron en la cuestión proselitista, llegando a ensayar Hugo Moyano una especie de historia fantástica en la cual los trabajadores le decían que se habían equivocado votando a Macri y que el Presidente los había engañado. Evidentemente, el dirigente camionero hablaba de si mismo y de cómo de ser ladero de Macri justificaría estar con Alberto Fernández, por lo de siempre. El dinero de su gremio.

Como de costumbre y aún más desfachatados que nunca  la conferencia de prensa del moyanismo sólo sirvió para pagar más de media hora de propaganda proselitista mientras los laburantes eran reprimidos. Esta vez si sorprendieron los niveles de indecencia en la forma en que se usó la lucha de otros en las calles para venderle votos a la población.

Una vez el sindicalismo peronista se dedica a servir a los patrones y a los políticos a cambio de vaya a saber qué prebendas.

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