Rodríguez Larreta no tiene límites en controlar todo, hasta la basura y a quienes sólo pueden servirse de ella. El Jefe de Gobierno piensa despegar por fin al siglo XXI con la menor inclusión posible. Y a veces llega a extremos grotescos, como los nuevos contenedores de basura. 

Poco importa como se arreglen contenedores VIP que alejen a las personas que viven de lo que puedan obtener de la basura se ven impedidas de hacerlo por inexplicables motivos. El Siglo XXI resultó ser más parecido a 1984. Así hay gente habilitada para descartar lo que sea y ahora hay gente que ni derecho tiene a alimentarse en la ciudad donde nada es gratis.

La campaña del PRO se encamina en acciones precisas, ya no creen en mostrar nada de inclusión social, van con su campaña de que las cosas hay que poder pagarlas, el que más paga tiene más cosas y más derecho sobre ellas. El que pague puede ser dueño hasta de su basura o donársela a la Ciudad para que la negocie como mercancía.

Les dejamos este posteo en redes sociales de Alejandro Cabrera Britos sobre el particular.

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