Una comunidad mapuche más podría considerarse, eso sería cierto en parte. El Lof Cushamen fue citado desde el poder como la representación del demonio que molestaba la santidad del magnate italiano Benetton. Desde 2015, una ridícula acusación de usurpación de sus propias tierras pesaba sobre la comunidad originaria a la que además se le endilgaron todos los males de este mundo desde ese momento. Sitiada, asediada, intervenida, espiada, la comunidad soportó todo, quizás imaginando que la Justicia por si misma haría lo suyo. Ya saben que cuando hablamos de Justicia no ponemos ni reconocemos en ella al Poder Judicial.
El 19 de marzo en Esquel, la jueza Carina Estefanía, absolviendo a Facundo y Fernando Jones Huala, Andrea Millañanco, Matías Santana y Sergio Ruiz acabó con la mentira oficial que desde el mismo Ministerio de Seguridad de la Nación, con Patricia Bullrich a la cabeza, tenía en la mira de toda la “Inteligencia” del Estado. Hasta hubo un periodista que dedicó sus últimos días de vida a asegurar que los mapuches son agentes británicos.
Volviendo a lo que es dable en imaginar, esperamos un día para escribir estas líneas y ver las reacciones del particular en los medios. Los medios regionales al menos movieron la info, los medios alternativos sí la tomaron y reclamaron a los medios comerciales masivos el por qué de su falta de reacción ante la noticia que ocupaba espacio y minutos por millares en publicaciones. De los medios masivos de Capital, sólo Página 12 le dió cobertura a la noticia. Quizás la que nunca le brindó a otras luchas de pueblos originarios, pero vale que esta vez no tuvieron la actitud reptante de otras. Esta noticia es buena por que quienes la pasaron por alto quedan facilmente alineados al Gobierno y por ende con una etiqueta que no ayuda a la credibilidad de nada.
Esta mentira que hoy cierto sector de una prensa pretende olvidar se llevó las vidas de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. Dicho sea de paso, ya hay otro fallo de hace unos días que determinó la obviedad del no enfrentamiento que hubo cuando fusilaron a Rafael Nahuel. El montaje RAM, Cushamen de las fuerzas de seguridad, el Estado y los medios adictos se cae y para hacer control de daños, esos sectores, sólo hacen silencio. Es otra forma de control de daños, nada más, ni más ni menos perversa que otras. En cuanto a que esos medios publiquen, puede que lo hagan tratando de no cargar las tintas en lo que las gastaron en lo últimos dos años.
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