Como es costumbre en la Ciudad, toda reforma o cambio en el área educativa se impone de forma inconsulta con la comunidad educativa y si la misma pide participación o discusión de los proyectos la respuesta del poder es siempre la misma: estigmatizary acusar a docentes y estudiantes de desestabilizadores y sacar a su poco inteligente tropa a la calle a golpear a quienes deberían escuchar. Ejemplos hay miles, como lo de la Nueva Escuela Secundaria, que promete ser más nociva que el polimodal de Duhalde.

La UniCABA es el proyecto de Cambiemos para crear una universidad docente centralizada y acabar con algo que parece molestarles que son los 29 institutos de formación docente ya existentes. La iniciativa de Vamos Juntos busca desfinanciar los institutos y absorverlos en la nueva “universidad” reduciédolos a escombros. No se explica la necesidad de centralizar la oferta formativa de los docentes y las evidentes fisuras del proyecto hacen que deba tratarse con una Legislatura Porteña cercada portropa de la Ciudad que ya mostró temprano su odio hacia los docentes y su “subordinación” al poder político aplicando palos y gases con esmero. Muy subordinados están quienes hace pocos días tomaron el Ministerio de Seguridad armados y que el poder toleró, no sabíamos con qué excusa, aunque ahora es demasiado claro. 

Nuevamente el mensaje de Cambiemos es llevar la resolución de los conflictos a través de la violencia como único argumento político, ocultando el flan que son los mismos. Tolera que se armen en defensa de su interés económico los uniformados que le sirven a cambio de que muestren su lealtad golpeando a los desposeídos. Mientras tanto la educación se irá degradando al ritmo que se fije el poder, usando la fuerza bruta como única táctica y estrategia en ese sentido.

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