Radares de la República Argentina detectaron al menos cinco vuelos irregulares entre Chile y las Islas Malvinas entre los día 27 y 30 de julio, violando el espacio aéreo argentino. El Gobernador de Tierra del Fuego calificó al hecho como de extrema gravedad. El mismo personaje aprovechó la ocasión para pedir más fierros y platita para las Fuerzas Armadas. Lo de siempre con este Gobierno del Hambre y sus vasallos: pura espuma en el reclamo en si y mangazo para quedar bien con el milicaje.
El Ministerio de Defensa informó de los hechos al Gobierno mientras evalúan qué hacer o como pedirle “porfis porfis” a Boric que les cuente qué pasó. Finalmente se conoció que Cancillería solicitó información sobre el particular al Gobierno de Chile a traves de su embajador en Santiago. Ante la lentitud del Gobierno argentino, muy preocupado por la tensión social dentro del país, el Gobierno chileno les ganó de mano y ya había salido a hacer control de daños ante la prensa local negando la existencia de esos vuelos directamente.
No vamos a cargar más las tintas sobre este tema, lo cierto es que el Gobierno de Chile huele la debilidad del argentino y se la hace sentir. No podemos pretender más que dar vergüenza con una diplomacia peronista más preocupada en mendigar dólares que cualquier otra cosa.
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