Desde que se oficilizara el modelo hondureño de Golpe de Estado, con la participación del MAS en un parlamento títere que sólo sirve para darle institucionalidad a la sedición que llevó al poder a Jeanine Áñez, los hechos se desencadenaron de forma caótica en la lucha de todos los de arriba por los cargos.
Ni bien se anunciara el acuerdo parlamentario para las nuevas elecciones con la proscripción del lider del MAS, el ex presidente Evo Morales, comenzaron a probarse los ropajes de candidatos Mesa, Pumari y Camacho sin que al parecer haya un acuerdo para formalizar el partido del golpe.
En especial, el MAS tiene aún mayoría en el Senado, pero como el poder a punta de pistola y de lo que sea amedrentar está logrando llevar a cabo su programa golpista sin limitaciones, parece ser las cenizas del movimiento de masa que fue. La senadora Eva Copa ejerce la presidencia del Senado pero su rol se disdibuja día a día por su excesiva tolerancia y permisividad a los golpistas y a sus sicarios mediáticos como podemos ver en esta nota del programa La Revista de Unitel.
El binomio Mesa-Pedraza de Comunidad Ciudadana ratificó que se presentará en las elecciones y alegan para ello ser los “principales afectados por el fraude de Evo Morales”. Primeraron la cosa, ganando posición para la candidatura que más sonaba y que aún no se concreta entre el santacruceño Luis Fernando Camacho que luego de una marcha en apoyo a la dictadura se mostraron abiertos a que si el pueblo se los pedía ellos asumirían el desafío de candidatearse para la presidencia del país.
En los últimos días se hablaba de que se concretaría en breve la presentación de la fórmula de los “cívicos”, como se hacen llamar los comandos civiles de los golpistas, pero la convivencia entre los sectores del mismo parece verse afectada por la ambiciones de cada uno para ceñirse la banda presidencial.
Hace pocos días el lider santacruceño Luis Fernando Camacho anunciaba su renuncia a la presidencia del Comité Cívico para lanzarse como Candidato a Presidente del Estado. Lo hizo luego de una acto en donde reuniera a diversos grupos de los golpistas que asolaron el país hasta obtener la renuncia de Evo Morales cuyo espectáculo pretendió ser el marco para el lanzamiento de su candidatura.
Todo hacía prever que la cosa entre Camacho y Pumari estaba a partir un piñon para formar binomio. Pero con los individualistas de la derecha hasta última hora no se puede dar nada por sentado. El dirigente de Sucre, Marco Pumari, además de descartar la candidatura de Carlos Mesa por “ser parte del pasado” no dejó de expresar su sorpresa por la candidatura de Camacho y su renuncia al Comité Cívico dejando entrever que quiere ser él mismo quien se ponga la banda presidencial en comicios que aún no tienen fecha y al parecer tampoco para tener consenso por las candidaturas entre los sectores que se mostraron muy unidos para derrocar al gobierno constitucional de Evo Morales.
Lo único en medio de este despropósito sólo sostenible por la violencia sobre las masa, es que están todos en modo obtener cargos, sin importarles mucho cómo, sólo considerar una estructura de poder que deje a la Constitución boliviana como una mera pieza de museo.
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