La Complicidad del Silencio: una constante de la Casa Rosada ante la traiciones españolas

La consolidación de la complicidad española con el Reino Unido no solo se debe a la priorización de los intereses de Madrid, sino también a la respuesta ineficaz, intermitente o complaciente de los gobiernos argentinos. Esta inacción ha permitido que las traiciones españolas pasen prácticamente sin costos diplomáticos o económicos significativos.

Esta constante de hacerse los idiotas ante todo parece ser la única “Política de Estado” que se mantiene constante, pase el Gobierno que pase por la Rosada.

• Gobiernos Peronistas: su acción o la falta de ella se limita, en el mejor de los casos, a notas de protesta o comunicados de “preocupación” formales, sin imponer sanciones económicas significativas a las empresas gallegas. Un gesto vacío, un “hacerse el idiota” que prioriza el mantenimiento de los lazos comerciales sobre la soberanía argentina.
• Gobiernos de Corte Ultra: La búsqueda de una alineación incondicional con las potencias occidentales (incluyendo al Reino Unido) y el capital ha llevado a subordinar la Causa Malvinas para no generar fricciones. El silencio cauteloso ante incidentes recientes se interpreta como una complicidad por conveniencia, priorizando la agenda económica e ideológica sobre la defensa irrestricta de la soberanía argentina sobre el archipiélago.

En ambos casos, la política argentina ha dejado que España haga lo que se le cante, aún que apoye tan descaradamente la ocupación británica de las Islas Malvinas.

Esta inacción es un factor multiplicador de la traición, que permite a España seguir obteniendo réditos con la certeza de que Argentina no tomará medidas efectivas en represalia de ninguna manera.

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