La impresentable vocera presidencial, Gabriela Cerruti, Doña Gabriela Cerruti, quería terminar el 2023 compitiendo en el alto nivel del buchonaje del Frente de Todos (toda una élite, por cierto) y dió manija y difusión a un video de producción paraestatal que pretende mostrar la Argentina imaginaria de Alberto Fernández, adjudicándose una serie de logros inverosímiles, que harían poner verde de envidia al genocida mayor, Jorge Rafael Videla.

A continuación, y para evitar posteriores reclamos ridículos de derechos de autor de esta paraestatalada. Simplemente lo incluímos en la lista de reproducción de nuestro programa. ¡Vamos a la paraestatalada!

Como les dijimos antes, ni Videla se atrevió a tanto. Empiezan creando un enemigo de tipo Kirchner, invisible o inexistente, representado por estereotipos de su propio riñoncito. a inventiva que conspiran como “subversivos”, como lo que la Dictadura llamaba la “Campaña Antiargentina”. Hasta allí faltaban las postales de Revista Para Ti y los editoriales de El Gráfico para que nos transportáramos a 1978.

De allí en adelante, la nausea invade, endilgándole al “antipaís” imaginario que no sabe ver lo buen que estamos. Siguen insistiendo en que lo que dicen lo de arriba es verdad, porque debe serlo. Por que parece que hasta Dios lo manda así. En su chauvinismo inconcebible, muestran que la gente de Bangla Desh quisiera ser argentina, eso al fin nos sacó una carcajada. Pero luego colaron imágenes de lo buena que es según el panfleto audiovisual la mierda. Los hipócritas te muestran hasta una fumigación y eso sí es una auténtica mierda que ni a los imbéciles autores de este panfleto podrían ignorar. Pero lo hacen por que se les paga por un modelo de país que asesine a su gente por un puñado de dólares.

Cierran con frases motivacionales que parecen redactadas por el Almirante Massera y así empiezan el año los paraestatales primereando en alkahuetería y bancar ajustes, que sabemos te van a llevar como siempre a justificar represiones.

Siguen golpeados por que la gente les dió la espalda, la Selección, también. Fue el insulto final del año de los que nos gobiernan, que nos piden un poco de amor y nos responden con ajuste y represión.

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