Podría decir tantas cosas. 
Siempre lo supe, los mas antiguos siempre cuentan la luz se aprende a ver ante la presencia de la oscuridad. 
El amor a veces es un dolor de huesos.
Eran muchos muchos, los que rezaban en la idioma, los que me acobijan en circulo. 
Eran sin duda parientes tan cercanos los que estaban ahí, jugando con mis hijos, abrazando a mi familia.
Pase de tener una casa, a tener disponible cualquier hogar. Acumule tortas a la parrilla y mate como para todo un año.
¿Que paso?. Paso que para algunos es imposible pensar en ellos como los propios forjadores de su destino. Creen que uno los manda, los dirige. 
Si supieran que uno es el principal aprendiz, que lo único que hace es escuchar y de cuando en cuando explicar lo difícil que son las leyes de los rockshe ( de nosotros los blancos).

Pero así pasa. Nadie cree en la oscuridad. Nadie cree en los oscuros. Nadie siquiera les da el permiso de permitirles el protagonismo que ellos mismos se han generado a fuerza de lucha y resistencia.
Solo ven a este blanquito, que anda en su rastrojero,que deja crecer su barba por que su apodo es clave ( hombre de barba).
Agradezco a todos quienes se han preocupado. A las autoridades de la provincia del chaco. Al comisario de la localidad.
A todo el pueblo aborigen.
Contar los hechos, seria relatar una historia tan conocida, de brutalidad ignorancia y maldad.
Si me persiguieron. Pusieron en peligro la vida de mi hijo. Apedrearon mi auto, e intentaron golpear a mi y a mi hijo de apenas tres años.
¿Quienes?. Los de siempre los que hablan de paz en los medios de prensa y por otro lado, buscan tapar con golpes e insultos un proceso pacifico.
Y sobre todo intentan golpear al único rostro blanco que ven, pues aun así, con la brutalidad por delante se niegan a poder creer, que hermanos indígenas ya no necesitan ni guías ni sabedores ni dioses ni nada.

Desde impenetrable chaco.

Pablo Denardi. 
Lenguaraz del Consejo Qarashe

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