por Hernán Lo Iacono
Más de una vez en mis viajes en bicicleta por territorio Panza Verde, hemos visto como a pocos metros de escuelas rurales y zonas urbanas se hace uso de venenos que contaminan la vida de las personas y que han puesto a Entre Ríos en el primer lugar de los afectados por los agrotóxicos y punteros solos en la cantidad de pacientes oncológicos infantiles que se atienden en el Hospital Garraham de la Autónoma.
En otros tiempos de Buenos Aires íbamos a curarnos a Entre Ríos a pueblos como Pronunciamiento que prácticamente para inaugurar un cementerio tenían que pedirle prestado un muerto a una ciudad grande. Hoy la cantidad de jóvenes afectados por cáncer es alarmante y no puede deberse a otra cosa que las prácticas agrícolas basadas en el envenenamiento de la Madre Tierra para que podamos alimentar con felicidad a los porcinos del gigante chino.
Estos señores, van a reunirse cerca de la escuela 66, la escuelita fumigada donde trabaja Estela Lemes, ahí en la ruta 14 frente al Rey del Queso, para reclamar por su derecho a hacer dinero a costa de la vida de los demás. ¿Qué va a hacer el Estado? Obviamente, nada. Con la excusa de respetar el derecho a manifestarse de estos criminales seguramente les permitirá que corten la ruta y continuar con esa dualidad de jugar a quedar bien con todos. . Sabemos que no quieren hacer cumplir la ley ya que los sojeros siguen fumigando y aún ninguno ha ido preso por envenenar. El Gobernador Bordet deberá decidir si se lava las manos como siempre o toma cartas en el asunto dispersando a estos avaros criminales.
Por lo pronto, mañana daremos la posibilidad al Estado provincial de desmentir esta nota, luego de ello, veremos los cursos de acción a seguir en defensa del derecho constitucional a la vida y en cumplimiuento del artículo 41 de la Constitución Nacional que estos señores desafían a diario.
Visits: 0