La narrativa del “desendeudamiento K” ha sido finalmente pulverizada por la realpolitik de la Provincia de Buenos Aires. Tras semanas de presiones, Kicillof consumó su “Patente de Mendicidad” obteniendo la Ley de Financiamiento que lo autoriza a tomar US$3.685 millones de deuda.

Este logro no fue un trámite republicano, sino la “Subasta Final” de la Legislatura Bonaerense: un proceso de canje de votos por cargos y fondos, sellado en la madrugada y bajo escándalo.

El endeudamiento, una vez más, se revela como la principal herramienta para sostener y ensanchar el aparato político, garantizando que el dinero siga fluyendo a la tropa de Alcahuetes Seriales y Parapoliciales que se expuso en la primera parte de este informe.

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