El colaboracionismo y la eterna estratagema de premios y castigos del sistema

La tarea es que la lucha sea meramente verbal y se mantenga lejos de los estados locales, muy interesados en que nadie más que el Poder Judicial, los parapoliciales y los allanadores lúmpenes tengan contacto con esa gente que lucha.

No dudarán en llamarlos “puristas bobos” (de hecho los medios alternativos ligados al sistema así lo hacen) y otros epitetos para ver si así tapan lo genuflexo de la tarea que les mete el plato de comida en sus mesas.

Muchos se dirán “Investigadores del CONICET”, como si eso significara algo en concreto. cuando en muchos casos no es más que otra manera de percibir fondos estatales para impedir las luchas. Esos que no encontraron glifosato en el agua de Basso, son los mismos que si la encontraron en la Haya tras el circo no siquiera mediático que hicieron allá.

Esta gente odia a estos jóvenes y el Estado no es tonto sabe a quien darle dinero y dique y a quién conviene aniquilar para que el mal ejemplo no cunda.

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