Resumen de una elección tan nauseante como su campaña

Este domingo 26 de octubre se llevaron a cabo elecciones nacionales para elegir la mitad de la Cámara de Diputados y la tercera parte de la Cámara de Senadores. En ambas se impuso La Libertad Avanza y a pesar de que que el Peronismo intentó negar las cosas por todos los medios, si proyectaban esta elección como lo hicieron el 7 de septiembre a 2027, Milei era reelecto.
Milei obtuvo el 40% de los votos a nivel nacional y derrotó con Diego Santilli al peronismo de la Provincia de Buenos Aires, cuando desde esa grey política esperaban ganar cómodamente. Hablaron de una nueva paliza, pero que solamente estaba en su imaginación. Según las cuentas del Estado Fuerza Patria obtuvo poco más del 24%, aunque los cálculos de los parapoliciales de esa organización les dan hasta un 31%.
Como sea habiendo perdido en la Provincia de Buenos Aires, lo que es indiscutible, bien podrían cerrar el pico para siempre, ya que son más peligrosos para el país que monos con boleadoras.

Tras las bravuconadas del peronismo, que suponía que impondría su contubernio y su poder de FRENAR A MILEI a pura denuncia de campaña, sin mostrar nada, la cosa se le dio vuelta a la mala. Podrían haber usado como excusa que una inoportuna lluvia desnudó muchas de sus mentiras o que un abusador del palo cayendo preso a horas de las elecciones los acabó, pero de eso no se habla.
Desde los grupos de la izquierda y del peronismo mismo se han lanzado a una campaña para que se arme un GRAN FRENTE ANTIFASCISTA. Lo único que se ve en estos mercenarios es que parece que tenían algo condicionado a la victoria peronista, lo que no se dió.
Los imbéciles que soñaban con un “DÍA D” se quedaron con las ganas, la realidad es mucho más compleja que la que su fanatismo les permite comprender absolutamente.

Volviendo al Gobierno, la victoria a nivel nacional le garantiza que al menos podrá sostener los vetos y le quita a la oposición su arma más en convincente.
Milei, puede ver los próximos dos años sin problemas serios en puerta, aunque ya no tendrá excusas para que se obtengan resultados, más que los imaginarios con los que parece le sigue alcanzando.
Quien debe estar aliviado es Donald Trump, que se jugó a apoyar a Milei y terminó, al menos según la visión creativa de la realidad de Juan Grabois, siendo decisivo para la victoria del mandatario argentino.
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