Las excentricidades siniestras de un Estado Liberticida

Hola amigas y amigos:

Sean bienvenides a las vigésimo quinta emisión regular de El Heraldo Furioso.

Desde el algún lugar del Universo de Locomoción TV, llegamos hasta ustedes luego de 80 días desde nuestro último encuentro, para volver a hablar del Estado argentino: liberticida, genocida y demás atrocidades que te imagines.

Justamente, de esas únicas cualidades del Estado (no hay nadie que asesine como él) no quiere ni hablar y no admite otra cosa que la impunidad del “lo pasado, pisado”.

Cada día que pasa este Gobierno incorpora instancias más brutales a su acervo de detestables conductas antisociales que podrían ser graciosas cuando no tenía el mando del país. Para nosotres nunca lo fue, menos ahora cuando desde su lugar de Primer Mandatario piensa que puede hacer la barbaridad que se le cante.

Realmente nuestro Presidente se cree un César, que hasta debe imaginar un Imperio utópico en donde lo que él está haciendo es genial y se lo cuenta al Pueblo que cuando va al super se entera de que le volvieron a mentir.

Por ahora a pura represión, delación y parapoliciales se están cargando todas libertades públicas en nombre de una Libertad que tanto el Presidente como todo su séquito no saben de que se trata y lo confunden con sus caprichos.

Por ahora, le estaría resultando, por ahora.

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