Introducción al Informe

Sin lugar a dudas el Gobierno está decidido a lanzarse a un Asedio al Alcázar contra el que se venga, pero últimamente y principalmente contra la Prensa en su conjunto. Su búsqueda constante de enemigos a los que privarlos hasta de la palabra hacen que la Libertad de Expresión, siga siendo en la Argentina algo por lo que peticionar y ahora hasta rogar. Para la prensa argentina es “Milei o Muerte”, no habrá perdón ni tolerancia para nadie que no crea en Javo y Santi, su profeta. Tal el carácter autoritario de este Gobierno, que lleva el crecimiento de la violencia estatal contra el pueblo a “tasas chinas”, que todos los días le llegan reclamos por coartar la Libertad de Expresión y son motivo de mal ejemplo en el mundo que llaman “democrático” o “libre”.
No somos el equipo de “El Irreverente” los que lo afirmamos, a cada acción agresiva contra los medios la acompañan retuits de autobombo parapolicial al servicio del Presidente de la Nación. Cada tanto, Milei los habilita a que salgan linchar gente de prensa que no se someta a su credo infame.
Las inverosímiles explicaciones del incidente en el cual el muy devaluado “Cardenal Richelieu” es justificado por una banda infame de repetidoras y focas aplaudidoras que reíte del kirchnerismo. Una crueldad y un odio al otro inusitados, propios de quienes en el poder se creen que pueden pisotear lo que sean por que son los que mandan, los que ganaron una elección.
La paranoia de quién ve un enemigo en cada mortal: todos están conspirando contra ellos, todos están equivocados, salvo ellos y todos deben ser castigados tarde o temprano por Milei. Para ellos, el otro es una bestia a la que hay que domar, someter y decirle que es para su bien y en defensa de su libertad, aunque no la vean ni en figuritas.
Desde ese lugar de salvajismo, el Estado y sus ParaKos se paran para responder a los infieles, a los otros, a los sacrificables, rol que hoy le toca en el estereotipo del poder al Periodismo.
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