Una multitudinaria jornada, donde la mayoría de la gente se abrió paso entre los entregadores, los que defeccionaron, los que creyeron que hacían el negocio de sus vidas vendiendo a todes y terminaron ocultos como parte de una interna de PJ.

Todas las traiciones habidas y por haber quedaron en evidencia y la jornada del 24 de marzo, además de masiva y de extensión nacional e internacional, volvió a demostrar que nadie cree en el sistema político vigente y en sus posibilidades de acercarnos a algo que pueda parecerse a verdad.

Millones de personas en todo el país fueron las que se movilizaron este 24 de marzo, demostrando que nada, ni la afrenta mejor preparada desde adentro puede siquiera opacar esta jornada y la popularidad de esta lucha a casi cincuenta años del inicio de la más feroz y genocida dictadura que haya conocido nuestro país.

El Gobierno debió soportar que le pisen bien las calles y se rindió de intentar acallar el Grito Sagrado que ellos desconocen y que se hizo eco este 24 de marzo en millones de voces en todas las latitudes del país. Su tropa del Olvido y el Odio debió permanecer en los cuarteles por que además de fascistas son cobardes. No hay reconciliación, no hay olvido ni perdón y esta vez lo sintieron así de fuerte.

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