El Estado mostrando que siempre pagan los pobres los privilegios corporativos

Aprovechando la gira chupacirios del Presidente Milei y a través de la odiadora de serial de pobres que tiene en Capital Humano, el Gobierno salió a hacer publicidad para tapar su derrota en Diputados y, además de como les contamos antes, negándole a los pobres asistencia alimentaria y citándolos al rayo del sol para plantarlos, entregaron casi quinientos millones a la “casta” confesional, mostrando una vez más que su tan mentado “liberalismo” no es más que la supervivencia del privilegio de clase y clerical y el sometimiento al Estado como jefe supremo de los recursos represivos del sistema.

Así las cosas, mientras los comedores esperan alimentos, Sandra Pettovello le dió 310 millones a los “dictadores del tuper” católicos de Cáritas y 177,5 a sus socios evangelistas de ACIERA, asegurando que de esa manera desfinanciaba a los piqueteros. Una nueva posta de privilegio que el Estado le cede a las iglesias en espera de que Panchito de Roma los reciba bien y se olvide un poco de su cadete argentino Juan Grabois, que no le genera ya dinero estatal para mantener a unos vagos de sotana y micrófono.

Tal cual ocurre en nuestro repugnante sistema presidencialista, cual si fuera una monarca, el Jefe de Estado maneja los recursos tal cual se le cantan las partes mientras no le toque nada a las corporaciones del privilegio.

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