Desde el 1° de septiembre, momento en que se produjo un fallido atentado contra la vida de la Vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, toda opinión o hipótesis que le quite un mínimo de trascendencia al hecho, es un acto de violencia y odio que el entorno de la Emperatriz de Tolosa no está dispuesta a tolerar y que hará que cada cronista, cada opositor y cada persona que no se postre ante ella puede ser culpable del intento de magnicidio.
A continuación brindaremos una crónica de los hechos, la investigación y el uso vengativo por parte de los “soldados del pingüino” de la cosa. La grieta ha encontrado un cauce donde canalizar su angustia, la misma que hace que nadie les crea nada de lo que dicen, por que cuando sirven a las oligarKías y el imperialismo todo se diluye en medio de los billetes.
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