Publicado en Resumen Latinoamericano
A partir de esta semana, parecería que un gobierno cuya única política era administrar la cuarentena, cerrando la negociación con los bonistas ha brindado un respiro a todxs lxs argentinxs. Pero, ¿el acuerdo da para festejar? Vayamos por partes:
- ¿Qué se discute?: Capital, plazos para pagar, e intereses
En cuanto al capital, prácticamente no hay descuentos, pagaremos casi el 100% del monto total… ¡sin auditar la deuda ni hacer causa común con los 88 países que están en nuestra misma situación!
Respecto a los plazos, se extienden al futuro por varios años. Se paga muy poco durante el mandato de Alberto Fernández. Las sumas más abultadas empiezan en 2024 y se hacen aún más difíciles de afrontar después de 2028. Para evitar un nuevo y reiterado default tendremos que acudir a nuevos préstamos, que es el negocio de los buitres mundiales.
Y en cuanto a los intereses, se bajan del 7 al 3%. Eso es lo que se considera nuestro “beneficio”.
- ¿Qué se paga? ¿Es la deuda macrista?
Se pagan los acuerdos de Néstor (2005), los de Cristina (2010), y los de Macri, incluido el ridículo Bono a 100 años. La transfugueada del acuerdo con el FMI – del gobierno anterior – no está incluida. Ahora hay que negociarla aparte con el Fondo.
Los partidos o fuerzas mayoritarias – pejotismo, radicalismo y macrismo – avalaron todos esos acuerdos, de la misma manera en que avalan este acuerdo. Todos ellos son responsables de la entrega y corresponsables de nuestros males.
- ¿ Quiénes ganan con este acuerdo?
Básicamente el sistema capitalista, porque le permite seguir funcionando a costa del sacrificio de las mayorías
El sistema financiero internacional, los grandes bancos y “fondos buitre”, porque le da un manto de legalidad a sus estafas.
Las trasnacionales y los grandes empresarios, porque pueden seguir acudiendo a los préstamos, que son el negocio del sector financiero. Esto les da seguridad y previsibilidad a sus tramoyas.
Las fuerzas y dirigentes políticos tradicionales, porque se encubren y se dan mutua impunidad. Se ladran sin morderse, y todo sigue igual.
¡Esos son los “aplaudidores!
- ¿Quiénes pierden?
El pueblo, que pagará con su sacrificio esta nueva entrega.
Las pymes, que no tienen acceso a los negocios internacionales y van a seguir siendo engullidas por los peces más grandes. Eso que se llama concentración económica.
En conclusión, este acuerdo fraudulento cierra la “grieta” entre oficialismo y oposición, pero TODOS perdemos el futuro de la mano de una nueva hipoteca hecha por una dirigencia que tan sólo procura salvar su pellejo y sus intereses.
Alejandro Olmos Gaona, colaborador de Rafael Correa en la negociación de la deuda de Ecuador e hijo de quien lograra que nuestra “deuda” fuera declarada judicialmente como fraudulenta aportó la idea hasta ahora más clara sobre el acuerdo celebrado:
“CUANDO ELLOS FESTEJAN, ARGENTINA SIEMPRE PIERDE”
Sólo el pueblo salvará al pueblo
Unirse desde abajo, organizarse combatiendo
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