
Cuando pensábamos que este caso no podía tener ribetes más morbosos, Alperovich parece carecer de límites a la hora de mentir y en eso podemos marcar tres hitos recientes de miles de este mitómano profesional que sigue negando haber violado a su sobrina:
- Presentar una familia unida y apenada por la “injusticia” que cometían con él durante el juicio y luego apareció que era pareja de la mediática Marianela Mirra.
- Pidió la domiciliaria por sufrir EPOC y apareció fumando en su comodísimo encierro en Puerto Madero, otorgado por el juez cristinista Juan Ramos Padilla, garante supremo una lujosa condena para un abusador de la peor calaña.
- El señorito peronista recibió el favor de pasar su prisión en el lugar donde violó a su sobrina y que ahora será la base de una familia, ya que como en ningún país del mundo, en la Argentina de los jueces peronistas, los violadores pueden ser papás y hacer tratamientos para serlo.
Alperovich se sigue riendo de todos y todas, como haciéndote saber que si tu abusador es “poronga” y peronista no te va a convenir mucho quejarte.
El “violador del palo” nunca será abandonado, ni por sus cómplices de años de bonanza, ni por “sus” jueces, todos serviciales y peronistas.
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