Tras la derrota electoral, la debacle del dólar casi con motor fuera de banda y en una crisis de credibilidad, fruto de que sus fantasías no se condicen con los padecimientos de la gente, el Presidente de la Nación, Javier Milei, salió en Cadena Nacional para presentar su propuesta de Presupuesto 2026.

Decir no dijo mucho, salvo aprovechar para machacar con el equilibrio fiscal, plantearnos que vivimos en el mejor de los mundos y repuso a Onganía planteándose reformas a 30 años (que sería la época en que veríamos los frutos), al tiempo que aseguraba que lo “peor ya pasó”.

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