La sigla TMAP (que según Milei y sus ultras manzanillos significa “Todo Marcha de Acuerdo al Plan”) venía quedando y no es más una expresión de deseos de estatales y paraestatales que participan en las ejecución de políticas de marginación y represión anexas.
A diferencia de los kirchneristas, los mileístas no tienen complejo de culpa para ser siniestros como sus antecesores. Coinciden en las formas de imponer sus berrinches de guapos y en cuestionar a los más vulnerables en su malsana intención de quebrar al Estado.
El Presidente Milei supero los límites de lo absurdo al salir en Cadena Nacional a declarar enemigo al Congreso, citar a un profeta de la guerra como Sun Tzu para hablar hacia sus compatriotas y una serie de joyas de la náusea.
El Señor que dice “destruir al Estado desde adentro”, pretende que el poder ejecutivo o el judicial penalicen a quienes “atenten” contra el presupuesto nacional, generando déficit fiscal. Sí, el Presidente pretende ser juez de las facultades del Congreso, quedando a su completo arbitrio lo que se puede o no se puede. El Presidente asegura que mandará ese proyecto por alguna vía, no sabemos cuál será y si será la vía del Principio de Imputación de Menger en la versión particular de la que se jacta nuestro primer mandatario.
Ya totalmente sacado, Milei aseguró que a él lo “van a tener que sacar con los pies para adelante” (idea que no es buena que el Presidente le meta a la gente en estas crisis) y pone sus fichas a que van a ganar las elecciones y que eso, parece ser le daría carta blanca para hacer las atrocidades que enumeramos antes y las que vendrán.
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