Nuevamente, ser peronista y poderoso, más precisamente un “poronga”, te garantiza el acceso a privilegios cuando menos te los esperás. Llegado el caso, la “lealtad peronista” te costará unos cuantos pesos de los que ganaste con años de corrupción, o quizás tengás mucha suerte y quién te condene sea “del palo” y sobre todo: peronista.

Vuelven Cristina y Alperovich a estar unidos en la busca de impunidad o de burlarse de todos mientras se los permitan. Para CFK hubiera sido buenísimo que Ramos Padilla fuera su Juez, pero le tocó al suertudo de Alperovich.

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