Era cuestión de tiempo para que las luchas comenzarán a unificarse, más unidos por el espanto que por el amor. Encabezaron la convocatoria los jubilados, la Marcha Ni Una Menos, los Feriantes de La Salada y los Residentes y demás trabajadores de la Salud del Hospital Garrahan.

El Gobierno agotó todas las instancias para ver si desactivaba uno de los conflictos, el del Garrahan, llamándolos a reunión a la hora de la marcha y preparando por detrás el envío de mails de amenaza a los residentes. Siniestros como pocas veces los farsantes burócratas del Estado liberticida.

Hubo presencias indeseables, como en todo acto últimamente, con una tímida vuelta a las calles de les vendides desempleades. Volver al llano, después de haber sido unos cretinos siervos del poder, los tiene desorientados, como sin saber cómo entrar. Han quedado para hacer número y nada más hasta que se abra una oportunidad de negocios. Algún que otro partidario del régimen anterior del sistema diciendo que dónde “ellos” mandan todo es genial y que la Patria es el otro y coso.

El oficialismo debió soportar en esta jornada del 4 de junio más de un revés. Los diputados consiguieron quorum y dos terceras partes de los votos para aprobar la emergencia en discapacidad y el aumento a los jubilados.

Su teoría de “dame la plata y yo hago lo que debo” llegó a su punto de ebullición de falta de empatía cuando aseguraron, tanto Milei como su Jefe de Gabinete que la discapacidad y los jubilados son un gasto y eso del gato no se negocia, Simplemente que los desamparados sigan en su condición, los fondos públicos están para hacer más ricos a los más ricos y a la vez para enriquecer a su burocracia asociada por retorno.

El Presidente prometió vetos, aplicando la “Doctrina Cristina” de Jubilados quebrando al Estado. La desvergüenza nunca se ha ido, los autopercibidos “libertarios” no son muy distintos de sus predecesores, un poco más salvajes, pero solamente un poco.

No pudieron pegar ni impedir la votación, que el Senado seguramente ratificará. así las cosas, al Ejecutivo solamente le quedaría el veto y rogar que su observación no vuelva en bolsita de plástico como todo parece indicar.

No va a ser el último capítulo de las luchas del Pueblo contra la marginación y la reducción a la servidumbre por parte del Estado y el empresariado. El Gobierno de Milei está empecinado en acabar con el gasto que no sea la frivolidad suprema de la oligarKía argentina.

En su guerra total con los jubilados, a lo que suma a los residentes del Garrahan, a los feriantes de La Salada y pronto a cuando la “Clase Media Porteña” asuma que este Gobierno quiere aniquilarles, allí encontrarán su Waterloo.

Mientras tanto, habrá que tomar nota que los partidos del sistema intentarán jugar del lado, sin exponerse mucho. Están cómodos en su roles y no tienen ningún apuro, más que ver cuántos votos pueden juntar y ver qué cajas y cargos les quedan. Queda claro que las causas justas como las antes mencionadas resisten aún los acompañamientos de los títeres del sistema.

Las luchas se irán uniendo y a alejándose de la obsesiones electoralistas ajenas a ellas. Esperamos no equivocarnos, pero eso ya no depende de nosotres, la foto del día es que el Gobierno comienza a quedar aislado, pero como tiene el poder ni lo siente. Por ahora.

Visits: 4