La Autónoma bajo sitio de tropa federal agresiva sin ataduras
El Gobierno hizo lo que quiso en materia de lo que llaman seguridad y que nosotres llamamos represión, lisa y llanamente. No fue el caso de esta vez donde se preocuparon por mostrarse castigadores preventivamente. Para los Gobiernos argentinos a gente es mala por naturaleza y en ese sentido, como en el reparto de dinero del extractivismo: entre bueyes no hay cornadas.
El Estado solamente tuvo que poner unas vallas, saturar y que la complicidad con otros estados importantes en tareas represivas y su visión de que es necesaria para ejercer el poder, hacen el resto. Se estuvo usando los accesos a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como si fuesen el Check Point Charlie.

Cercaron el Congreso y amenazaban a los civiles con miles de cataclismos si osaban “atentar contra la República”. En serio se los decimos, en las estaciones de Tren ponían el mensaje que claramente iban a reprimir a quienes “atentaran contra la República”. Dicho de parte del Ministerio de Seguridad suena tan creíble como Control Nuclear en general y más si quien lo encabeza son, por ejemplo, los Estados Unidos.
En esas condiciones sesionó el Congreso, ya que hace tiempo los legisladores argentinos, carecen de vergüenza y en realidad le gusta usar el afuera para fundamentar sus adentros. El Gobierno ha decidido que obedezcas a su mandato y usará a unas fuerzas de seguridad capaces de golpear a su madre por un puñado de dólares. Milei es un entusiasta de la represión estatal y mientras las tropas respondan por la palmada ante sus actos violentos, la seguirá usando a su antojo.
Lo inverosímil tiene registro propio del Estado represor.
¡Vamos a las imágenes!
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