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El Presidente de la Nación viajó al Foro Económico Mundial de Davos (Suiza) y su exposición hizo gala de todo su Neandertal repertorio de sandeces peligrosas, donde le declaró verbalmente la guerra al “WOKISMO” (sí, una estupidez que se le ocurrió alguna vez a la Ultra española) que viene siendo, según Milei y su enfermiza visión del mundo, una combinación de “feminismo radical” y diversidades. Agregó al diabólico cóctel de su imaginación al “ecologismo radical”. Todos ellos arreados sin mediar más trámite por el Socialismo (lo que llega a pasarle por la cabeza a esta gente). Les veníamos adelantando que la Ultra había salido del closet y ahora en su delirio tienen pretensiones universalistas de su discurso.
Un intento de mostrarse como un líder y ponerse en paralelo con brutales gobernantes como Orban, Bukele y demás yerbas, matizado con llamadas a Estados Unidos y Trump, sin olvidarse de citar y chuparle las medias a Georgia Meloni. El menú de chupadas de medias hemos decidido pasarlo por alto para ir directo a lo que más nos interesa: la nauseabunda parte programática y segregacionista del discurso de Milei.
Indecibles las barbaridades que dice este señor: habla hasta de las diversidades como negocio espurio. Plantea que los WOKISTAS son enfermos, prácticamente y ahí pone a las causas más nobles como cáncer que hay que extirpar. Abominable, aún habiendo visto ya a Bolsonaro.
¡Que el píloro les aguante!
¡Vamos a las imágenes!
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