Un viaje a las oscuras Cavernas de la Ultra

Un Grupo de PreHumanos standuperos ha hecho una reunión con olor a naftalina para lanzar su Agrupación de las Fuerzas del Cielo en un teatro de la localidad de San Miguel (Provincia de Buenos Aires). Con una “estética” medieval, del tipo de Tradición Familia y Propiedad y con frases que antes usaba la izquierda, otra pésima idea de gente de pésimas ideas y cuyos exponentes sobresalientes son: Santiago Caputo, alguien que no se sabe cuál es su utilidad mas que la de tímido propagandista, Daniel Persini (alias el Gordo Dan), que en esto de llamarse “GORDO” es en lo único que no miente y los “altos cerebros” Agustín Laje y Agustín Romo.

Con IQ sumado de los tres personajes que no pasa de 60, no se puede esperar de ellos ninguna cosa menos peligrosa que lanzar a quinientos chimpancés maltratados con boleadoras en el Hospital de Niños. Estos señores son una receta para la tragedia si los tomamos en serio, aunque a priori no creemos que sean un fraude más de las bravuconería de Les Parakes de la Ultra.

No hay nazis buenos nunca, por más humor que le pongan, del cual dudo mucho. Estos desencajados, que para mi debe tener la dureza de sus principios con la dureza lima y la falta de dureza en otras partes. No queremos ahondar en pensamientos freudianos, los que desconocemos, pero esas obsesiones con los cuerpos es medio extraña, cómo si quisieran preguntar algo y no se animan. La ausencia total de mujeres en el evento es a las claras una muestra de que su misoginia y homofobia exponen sus miedos y curiosidades que son muchos.

Definitivamente, estos Gacys neoliberales ahora aseguran a través de su payaso, el Gordo Dan, que han creado con su Agrupación Fuerzas del Cielo, un “brazo armado” de La Libertad avanza y por si no quedaba claro, el mentecato parapolicial aseguró que son “la guardia pretoriana” del Presidente Javier Milei.

Dicen que después del acto los llamaron los Tom Tom Macoutes (otros sicarios de libertades inexistentes) para felicitar a estos orangutanes atarantados, ya que ni ellos que eran altos bestias se atrevieron nunca a llegar a tales groserías hechas y bien de derechas.

¡Vamos al nauseante discurso del Gordo Dan!

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