Sumisa, devota y peligrosamente macartista la Canciller Mondino

El 23 de octubre, en un documento oficial aparece la mención de nuestras Islas Malvinas barra Falklands, cosa que produjo, que más de uno en el Gobierno pusiera el grito en el cielo. La Canciller, al enterarse del hecho recurrió al macartismo básico, asegurando que “Es absolutamente falso que desde Cancillería haya salido un comunicado donde llamamos a nuestras Islas Malvinas por otro nombre”, pero el Comunicado existió y fue borrado, típico de estes ultras que con el mismo descaro encubren su fascismo llamándole Libertad. Tras ello, y mucho más gravemente, la Canciller sigue en su línea de negación, disponiendo: “Respecto de la versión maliciosa publicada en la web del Gobierno, estamos identificando al responsable para despedirlo. Vamos a ir a fondo contra cualquiera que, guiado por la ideología de izquierda, atente contra los intereses de los argentinos. Las Malvinas son, fueron y serán siempre argentinas, estamos trabajando para recuperarlas”, tal el descaro fascista de la Canciller que a estas alturas hace rato pendía de un hilo en su cargo. Pero como devota y sumisa que es de un Poder Ejecutivo que no le corresponde su amor, pone en peligro a terceros. Fue una cama del Gobierno, pero ella prefiere echarle la culpa a quienes “guiados por ideas de izquierda”, son todas las estupideces que como mínimo eran de su responsabilidad.

De aquí en adelante, Mondino se había ganado el envío del telegrama de despido de La Rosada hacia su despacho en el Palacio San Martín. Pero como acá ningún funcionario se va hasta que sus ridiculeces los consumen, la Mondino resistirá estoicamente en su silloncito.

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