La nauseabunda visión peronista de la violencia y su justificación si es “del palo”
El Top de la violencia alkahueteril del Peronismo, sigue marcando récords de insensatez y de afirmación en la hipocresía y la violencia, ya su enfermedad de odio lo expone, pero no le importa, a él como a todo parapolicial le interesa lo que piense su jefe y que se note que no tiene límites en su servilismo.
Este señor se quejaba en 2019 por que habían agredido a Guazzora, el violador pedófilo preferido de los parapoliciales peronistas. Este tipo, según los términos de los mismos peronistas, debería ser considerado un provocador y merecía lo que le pase. Ese concepto aplica a cualquier persona que no sea “del palo”. Brancatelli y Guazzora desarrollaron una entrañable amistad que no sabemos que haya acabado por los incidentes de violación de menores que involucran al periodista ultra kirchnerista de Merlo que ya fueron tratadas y aún siguen siéndolo por este medio en diversas notas.
No tememos equivocarnos que estos parapoliciales saben, como sus Konchetos jefes peronistas, que el fin siempre justifica los medios y más cuando el fin es llenarse la panza trabajando en el noble y antiguo de la alkahuetería estatal.
Un tipo tan indignado es este Brancatelli, que cuando le apoyaron un paquete de polenta en el pecho por alKahuete de Estado, se indignó y lloró por todos lados. Lo repetimos: si querés ser parapolicial de los buenos como él, tenes que prescindir de la vergüenza, la decencia y todos esos inhibidores de la ambición y la vocación de felpudito de los de arriba.
Para ser un buen parapolicial peronista Nivel Brancatelli hay que tener una voracidad sin límites, tenés que poder justificar como él, lo que sea, no importa que te digan que sos una bestia tus propios compañeros como le pasó a este infeliz en “Argenzuela”, cuando dijo que no repudiaba la violencia contra el alKahuete libertario Fran Fijap.
Es más, se dedicó a bromear en redes sociales por el ataque a Fran Fijap y festeja la violencia. Parte de autopercibirse con una élite con derecho a todo: unos miserables peligrosísimos con una dosis de poder que usar. Lo más cómico de este energúmeno parapolicial es que habla de Fran Fijap y proyecta en él todas sus conductas despreciables. Típico de represores de Pandemia tirarle al otro sus miserias.
Como buen auxiliar de policía irregular, usa el no ser políticamente correcto como argumento que justifica que se pongan del lado de los agresores, por que son del palito.
¡Vamos a las imágenes!
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