Juntada Jurásica en la Autónoma

Conclusiones del encuentro de ultras: La Declaración del Río de la Plata

Terminadas la deliberaciones o despotriques maKartos, el 6 de septiembre, Santiago Abascal, presidente de Vox y de la Fundación Disenso, fue el encargado de leer la “Declaración de Río de la Plata”, la hoja de ruta acordada en el III Encuentro Regional de Foro Madrid en Buenos Aires. Un menú de deseos y acciones para imponer sus ideas y enfrentarse al bloque enemigo de “los progresistas”. Un bochornoso delirio de siete puntos con casi casi lo más bochornoso de la derecha más retrógrada.

En la Declaración reafirman su posición con respecto a la crisis política venezolana, reconociendo a Edmundo González como Presidente Electo de la “República de Venezuela” (No dicen República Bolivariana de Venezuela).

Reflotan las ideas maKartistas de que el enemigo es de izquierda y que tiene innegables nexos con el crimen organizado y que esos grupos deben ser dennunciados y todos los bla blas babosos esos como posicionarse en un Occidente acosado del que rescatan a Trump, al Estado de Israel y, como era de esperar, hablan de una injerencia comunista pero se quedan bien calladitos la boca con Malvinas, por decir un tema que no debió quedar fuera de agenda. Conocemos la posición de estos siervos del Imperialismo y no esperamos peras del olmo ni nada serio en estos ultramontanos perdidos.

En ese marco tan occidental y cristiano le cantan loas al Gobierno de Javier Milei, que pagará con la de todes la cuenta de esta fiestita de la adulación que Abascal le organizó.

Muy nauseados, esto es lo que podemos referirles sobre la Declaración del Río de La Plata. ¡Adelante, Abascal, el cierre es todo suyo!

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