Este descalificador e incalificable discurso, lo desarrolló su voracidad, la de que sus hijos si merecen lo mejor y no los de la casta inferior, a los que necesita en la estancia trabajando con sus padres. Insiste en esa línea y asegura que es un lujo mandar un hijo al colegio, que puede ser usado en factorías del Kapital. No es este Heraldo ningún abogado, pero entendemos que el diputado no dijo solamente una estupidez, ya que fue desmentido por los mismos orangutanes rabiosos que hoy se han trasplantado a la Rosada.

Don Benegas Lynch, vástago siniestro de una familia de patéticos personajes defensores de “sus” libertades, que no son más que privilegios improductivos financiados por todes, riéndose con las tuya y de tu derecho a vivir, son esos mismos que decía Violeta Parra que van y vienen de la Iglesia y olvidan los mandamientos.

Visits: 0