Las dos marchas “oficializadas” a la Plaza de Mayo
Contábamos que este año, nuevamente, no se pudieron juntar los organismos del sistema más allá de que su deseo es hacerlo. A pesar de haber coincidido hasta en el voto en estas últimas elecciones, ambos grupos: la llamada “izquierda” y los “kirchneristas”, que se fundieron en su amoroso abrazo por la candidatura de Sergio Massa, no pudieron sellar su pacto de unidad para este 24 de marzo. Por parte del Encuentro las presiones de sus propies representades, que no se bancaban marchar junto a los asesinos y desaparecedores de Facundo Astudillo Castro, por ejemplo, les obligaron a tapar su burrada, alegando banalidades y haciendo blooper tras blooper, en el camino de explicar su accionar sobre el tema en cuestión. Por parte del kirchnerismo, que tenía comiendo de su mano a unos organismos que antes los criticaban con ferocidad y que para esta gente repleta de jóvenes parapoliciales retirades, le hacían el juego a la derecha, se les escapó la tortuga como diría Maradona. Los tuvieron servidos, sumisos y devotos y los dejaron escapar. También puede explicarse por la tendencia a la autorreferencia del peronismo que los lleva a romper históricamente las movidas de derechos humanos que no pueden hegemonizar. Que son casi todas.
En ambos actos las críticas a Javier Milei estuvieron presentes, sobre todo cuando el Gobierno sobre la hora de la marcha, sacó su batería publicitaria parapolicial a pleno a las redes sociales. Es cierto que Milei es un peligro, pero aliarse con Franco para combatir a Hitler lo es aún más.
Lo cierto, es que hubo dos marchas multitudinarias, las llamadas marchas “oficializadas”, ya que solicitaron permiso para movilizarse un domingo por la Memoria. Algo que ya no nos sorprende, aunque debería.
Las unidades funcionales de las marchas del sistema coinciden en que deben combatir a Milei y seguir moviéndose como hasta ahora, mansamente y sin hacer mucho ruidito. Por ahí, si alguna vez Su Majestad la urna así lo solicita, volverán unidos a tener una Secretaría de Estado de Derechos Humanos, algo tan ridículo que, por razones que no entendemos, a algunos organismos se les ha transformado en una panacea.
Visits: 0
2 thoughts on