Argentina: Patria Glifosatera
Mientras existan populismos y conservas tradicionales haciéndose los dueños de lo nuevo, la Argentina, además de ser el último país capitalista sobre la tierra, será el último en aplicar Glifosato. Afirmamos ésto a sabiendas que el capitalismo ha vuelto a la acumulación originaria, a la de reventar lo que quede para dárselo a quién pueda pagarlo. Y en eso, no hay grieta alguna. Ahí están de acuerdo Milei, Macri, Alberto y Cristina, todes presidentes que sirvieron en sus mandatos y, en muchos casos luego de ellos a Barrick, Osisko, Chevron, Monsanto y cuanto chino ávido de litio para sus baterías se les cruce. Han puesto al país de rodillas con el imperialismo y esta gente reclama las contraprestaciones por el dinero que alguien recibió y con el que mantienen a una red de alcahuetes en medios que le hace de aduana a las verdades y la muerte que provocan esas multinacionales para mantener las panzas llenas a los sinvergüenzas que nos vienen gobernando. Por esa razón, parece que todes sus parapoliciales hacen mutis por el foro y van a entregar todo lo que encuentren y que puedan cambiar por dólares que es la única patria que esta gente conoce.
Comienzan en la Argentina, a pesar de la oposición tenaz del peronismo y sus ediles en todo el país, a recuperarse como hace poco en Campana, las ordenanzas que prohíben fumigaciones cerca de los pueblos. Insuficientes e inútiles, dicen quiénes no pudieron hacer lo mismo en sus propios pueblos y se quejan de los otros. Obviamente, puede que tengan razón en ello, ya que como bien decía Fabian Tomasi, “quedate tranquilo, que el veneno te va a alcanzar”.
Tienen como aliados en su tarea a las oligarKías locales a las que tratan de picotearle sus monederos, las que resisten tenazmente, aún mucho más que las corpos del veneno (Bayer, Dow, Monsanto, BASF y miles de etcéteras) que tienen todos los beneficios de la protección de polítiques, aún les llamades “de izquierda”. Y en las áreas urbanas, como nuestra amada Autónoma, tienen cámaras de medios masivos del sistema que te juegan con la zanahoria de la “audiencia” que como su nombre lo dice casi nunca interviene en acciones y se deja seducir por gente de negocio en disfraces de dulces abejitas de panal.
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