La crónica de la farsa NarKoestatal de los últimos 20 días

Si hay alguien a quién los narKos se le ríen en la cara, es a la Ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich. Ella y el payaso del Gobernador que juega a ser Bukele y no le sale, Maximiliano Pullaro, son el hazmerreír del los narcos y sus grandilocuentes declaraciones y actos institucionales que serían hilarantes si no fueran generar burocracia para mantener el sitio a una ciudad argentina.

Mientras la ridícula tropa federal de ocupación se desplegaba, el narKos mandó una moto y en un barrio centrico de la ciudad balearon un edificio. Nueve balazos y por suerte ninguna víctima que lamentar, para que el Estado se siga riendo de todes. Que efectividad manifiesta de la burocracia de la Unidad Antimafia y el milikaje de la Bullrich. Como dirían en Los Simpsons: los lúmpenes los “bailaron sabroso”.

Teniendo en cuenta que el componente del narco rosarino solo suma unos pocos puntitos de IQ, el Gobierno sigue despilfarrando fondos que le quitan a los trabajadores para sostener un inútil y abusivo asedio sobre la honesta y laboriosa sociedad civil rosarina, sin un mínimo resultado que mostrar.

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