Habíamos dejado con que dio inicio el juicio a José Alperovich por abusos contra su sobrina y planteábamos ciertas desconfianzas con que un juez ultra de lo que sea esté a cargo del juicio de alguien muy sensible al seno del kirchnerismo. Es un caso público y las cosas suponemos se irán desarrollando relativamente bien en ese sentido. Hasta el día de hoy se ha preservado, con colaboración de todes, la identidad de la víctima.

Los hechos que están juzgando, ocurrieron entre 2017 y 2018, cuando la víctima era asistente personal de Alperovich. La denuncia fue radicada en 2019 y hoy llega a su etapa de definiciones.

Tras más de cuatro años de dilaciones, el ex-Gobernador del Tucumán, José Alperovich, deberá afrontar tres acusaciones de abuso sexual (dos en grado de tentativa) y seis acusaciones de violencia sexual agravada por acceso carnal.

La fiscalía en la acusación indicó que: “Quedó comprobado cómo el imputado utilizando su fuerza física, ejerciendo abuso intimidatorio de poder y violencia de género, reducía bajo su dominio a la víctima, y la ponía como un mero objeto de satisfacción sexual, de cosificación, sometiéndola de forma violenta, ultrajante y degradante, haciéndolo por el transcurso de un poco más de tres meses”.

El reo declaró en la primera jornada negando todas las declaraciones en su contra. Su punto más saliente y sintético fue victimizarse diciendo: “Tengo 68 años, 11 nietos, 4 hijos, y quiero la verdad porque esto me mató”. Casi lo mismo aseguró a la prensa presente en el lugar.

Les exculpadores de Alperovich negaron todo al igual que el acusado y hasta se atrevieron a acusar a la víctima de trabajar para una oposición imaginaria que siempre está perjudicándolo. Manual básico de machismo, bien del Tucumán Pro Vida y prostibulario.

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