Ni bien llegó al Estado de Israel, el Presidente de la Nación, Javier Milei, se lanzó en declaraciones contra el agrupamiento terrorista Hamas, apoyando la política de guerra a los civiles palestinos por parte del Estado de Israel. Comenzó su primera gira ganando amigos peligrosos con enemigos tan peligrosos como ellos. Llegó como buen liberal, o esa es su maldita tradición, defendiendo al Estado contra un Pueblo, así tan campante este señor que se hace llamar libertario, mancillando ese nombre con su tremendo egoísmo y violencias a las que llama Libertad. No le pedimos que sea inteligente, si lo fuera no sería de derechas.
Cuando bajó del avión fue recibido por el Ministro de Relaciones Exteriores, Israel Katz, no por el Primer Ministro Benjamín Netanyahu, en algo muy común en los dirigentes de derecha eso de no recibir al otro para que sepa quién manda allí. Igualmente nuestro presidente no dejó en ningún momento de lado su genuflexión y aseguró además el traslado de la Embajada Argentina a Jerusalem, ganándose el odio de cuánto agrupamiento musulmán, fundamentalista o laico lo oyera decir semejantes barbaridades. Tomar una posición tan decidida en favor del Estado de Israel no parece ni seguro ni sensato de parte de un Presidente argentino y no lo es, por cierto.
Pero como decimos siempre, no nos crean a nosotros, escuchen la bajada de pantalones del Presidente de la Nación ante el Estado de Israel.
¡Vamos a las imágenes!
La exposición a actividades retaliatorias por parte de grupos terroristas de origen musulmán siempre son esperables en los pueblos cuyos jefes de estado toman la decisión de apoyar masacres de civiles y toman partido en guerras en las que solamente deberían expresarse en favor de la paz entre los pueblos. Dejamos en claro que siempre nos hemos opuesto al apoyo de terroristas por parte de los estados musulmanes de la región del Medio Oriente y siempre hemos repudiado los atentados perpetrados por fundamentalistas en nuestro neutral territorio y contra las organizaciones judías de nuestro pueblo.
Genuflexión y aval a las políticas bélicas y terroristas del Estado de Israel contra el pueblo palestino no es ni será nunca una política exterior como mínimo representativa de la voluntad de nuestro pueblo, por lo que repudiamos la posición de la Argentina sobre el particular y lo más que inoportuno de esta visita, que no reviste gran importancia para el Estado de Israel ya que sabemos que el Primer Ministro ni siquiera se tomará la molestia de tomar ni un cafecito con nuestro primer mandatario.
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